20 de octubre de 1977: la batalla de Belfast

Aunque en los titulares de Irlanda del Norte normalmente había asesinatos, un recital suspendido llegó a las primeras planas de los diarios.

Textos de newsletter.co.uk, bbc.com, Pat Gilbert y Chris Salewicz – Traducción y compaginación: Lepo.

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Tratar de identificar el punto de partida de un movimiento musical es un asunto complicado. Las transformaciones en la geografía sónica generalmente son graduales, y los detalles suelen borrarse con el tiempo. Pero el punk en Irlanda del Norte arrancó el 20 de octubre de 1977. Esa noche los Clash tenían programado empezar una gira por el Reino Unido llamada “The Clash Get Out of Control” [Los Clash fuera de control], en el Salón Ulster de Belfast.

Mientras que el punk muchas veces era enarbolado por las bandas como reacción a un aburrimiento abrumador, los jóvenes de Belfast estaban desesperados por cualquier cosa que se pareciera a la normalidad. Durante 1977, el año “fundacional” del punk, hubo 111 muertos en Irlanda del Norte.

En el marco del conflicto armado de la segunda mitad del siglo XX entre protestantes (partidarios de mantenerse dentro del Reino Unido), y los católicos (partidarios de la independencia o de unirse a la República de Irlanda), era difícil que cualquier tipo de banda tocara en ese país. Así que las entradas para ver a los Clash se habían agotado y un movimiento juvenil nuevo se congregó en el lugar para ver el recital. Pero el show se suspendió dos horas antes de empezar, generando enfrentamientos entre la policía y los punks.

Johnny Green, jefe de los plomos de la banda, cuenta:

-Siempre regalábamos pins en los recitales, y esa tarde, antes del show, nos dijeron que los repartiéramos entre un grupo de jóvenes que esperaban afuera. Los pibes me vieron y se me vinieron encima. Las cajas volaron por el aire y se armó una pelea por los pins. Tres Land Rovers del Ejército, cada una con una ametralladora manejada por un recluta, doblaron en la esquina y vinieron. Los chicos se volvieron locos y armaron un disturbio espontáneo, rompiendo los vidrios del Salón. Los de la compañía de seguros echaron un vistazo y se suspendió la fecha.

Ulster Hall, Belfast.

Aunque en los titulares de Irlanda del Norte normalmente había asesinatos, el recital suspendido llegó a las primeras planas de los diarios del día siguiente. El Newsletter informó:

“Belfast, una ciudad impregnada en protestas de pacifistas y paramilitares, tuvo anoche su primera convención punk. Una horda de chicos fue al Ulster Hall por un recital muy promocionado de la prestigiosa banda de punk rock ‘Clash'”.

El Belfast Telegraph dijo que la ciudad se perdió de “probar por primera vez el punk rock de pura cepa” porque se cayó la póliza de seguro para el recital. Mientras que la leyenda de esa noche entró a la tradición como “la batalla de la calle Bedford” (así la llaman en broma los punks veteranos), el informe da a entender que fue una cuestión bastante tranquila para los parámetros de Belfast:

“Unos pocos fans rompieron tres ventanas del salón y otros (jóvenes con alfileres de gancho en las orejas y narices) se tiraron en la calle. La policía detuvo a cinco personas. Una fan usaba una pava como cartera y otros andaban con pantalones rotos y estrellas en la cabeza”.

Topper Headon retirándose en auto del lugar de los hechos. Foto de Adrian Boot.

En 2014, una universidad de Belfast llevó a cabo un congreso sobre el gran impacto y legado de la banda. Uno de los fans era el doctor Paul Burgess, creador de la banda punk Ruefrex, que participó del simposio de la Universidad de Ulster.

-Yo tenía 17 años. Es algo que entró a la historia local y a la historia del punk, pero lo recuerdo como algo marcado por la desinformación y la confusión- cuenta el académico-. Alguien dijo que los Clash estaban en el Ulster Hall, pero que no los dejaban entrar. Entonces hubo corridas, y decían que habían detenido al cantante Joe Strummer en el hotel Europa.

Mientras unos 100 jóvenes se juntaban afuera del Europa (conocido por ser uno de los hoteles más bombardeados del continente y un refugio para periodistas y famosos que visitaban Belfast durante el Conflicto), la banda se había recluido en la seguridad relativa del bar.

-Esa noche empezó la revolución punk. Hacía mucho que no pasaba nada emocionante musicalmente en Belfast. Fue la primera vez que los pibes se pudieron reunir. Esa noche hubo gente que se conoció y armó bandas -cuenta Terri Hooley, fundador del sello discográfico Good Vibrations, que incluía a los Undertones-. La policía y el Ejército eran los únicos que salían al centro a la noche. Después de eso se agregaron los punks. No importaba si eras protestante o católico, lo único que importaba era que eras punk. Era una fuerza de unidad. Cambió la vida de muchas personas.

Brian Young, cantante de la banda punk Rudi, dice que, si bien su banda y los Undertones ya existían, “esa noche nos dimos cuenta de cuánto había crecido el punk”.

La suspensión del recital, significó más tiempo para una sesión de fotos, que dio como resultado unas de las imágenes más recordadas de la banda. El fotógrafo Adrian Boot (uno de los oradores del congreso), contó que la situación en la calle era tan dramática, que habría logrado imágenes impactantes por más que no estuviera la banda.

Los Clash aprovecharon que estaban prácticamente en zona de guerra, y fueron fotografiados posando junto a autos blindados y en un cacheo de un puesto de control del ejército: el grupo con su equipamiento punk cuasi-militar y los colimbas irritables, con boinas y bigotes, con la ropa real.

-La sesión de fotos se extendió porque se suspendió el recital, así que fue como una oportunidad para mí -dijo Boot-. La discográfica sabía que había escasez de entretenimiento en Belfast, y a los Clash les molestó no poder tocar.

Las fotos llegaron a las remeras y posters de varias generaciones de fans, pero no sin controversia. Muchos lo tomaron como una movida publicitaria berreta y de mal gusto. Young criticó las famosas fotos:

-Los Clash eran una banda grande y venían con el circo mediático.

-John Lydon de los Sex Pistols dijo que los Clash estaban de paseo mientras la gente sufría -cuenta el Dr. Burgess-. Los criticaron diciendo que se tomaron un avión para sacarse fotos en una zona en conflicto.

Para Young, la manipulación de la prensa colaboró para que el público se opusiera a los punks.

Brian Young tocando en 2016 un tema de su banda Rudi.

Mick Jones no estaba al tanto de que estaban incursionando en algo de lo que no sabían nada.

-Me sentí un pelotudo -le contó a Ian Birch de Melody Maker-. Me tendría que haber imaginado que en Londres se iban a relamer. Los soldados pensaron que éramos unos pelotudos. Los pibes pensaron que éramos unos pelotudos.

A Mick también le pareció que fue poco inteligente usar en Irlanda [“del sur”] el telón de fondo del grupo, que mostraba una escena de violencia callejera en Belfast.

-Siento que se lo refregamos en la cara. No hacía falta recordárselos.

Al final los Clash volvieron el 20 de diciembre de ese año para cerrar la gira cantando “Belfast’s burning” en reemplazo de “London’s burning”.

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