El día que no le quisieron pagar a los Clash por “racistas”

El Centro de Estudiantes de la Politécnica de Coventry consideró que “White riot” era un “himno fascista”

Texto de Pete Chamber [Coventry Telegraph, 2006] – Traducción y compaginación: Lepo.

Imaginate esta situación estrafalaria: los Clash y los Sex Pistols, las bandas más célebres del punk rock mundial, tocando juntas en la Politécnica Lanchester de Coventry. Probablemente pensés “¿en qué universo paralelo ocurrió todo eso?”. Por más loco que suene, eso pasó de verdad en Coventry, el 29 de noviembre de 1976.

Esto fue solamente 48 horas antes de la entrevista tristemente célebre de Bill Grundy, famosa por arruinarle la trayectoria y ayudar a crear otra. Solamente 48 horas después, el 2 de diciembre, harían efecto los titulares de “La mugre y la furia”, y la música popular nunca volvería a ser igual.

Pero justo antes de que pasara todo eso, hubo un reci en la Politécnica Lanchester. El punk había llegado a Coventry, a lo grande.

Politécnica Lanchester, Coventry.

Esto fue justo antes de que el punk se volviera famoso. Así que los representantes locales de la Unión Nacional de Estudiantes, estaban confundidos: ¿cuál era la postura política de Strummer, Rotten y compañía?

El ignorante organismo estudiantil, consideró “himnos fascistas” a canciones como “White riot” [Disturbio blanco] de los Clash y “God save the Queen” [Dios salve a la Reina] de los Sex Pistols -que se estrenó por primera vez ese día, bajo el título tentativo “No future” [No hay futuro]-. Así que, por consiguiente, fue retenido el pago por el reci.

Phil Dunn era en ese entonces presidente del Centro de Estudiantes de Lanchester. Le pregunté qué recuerda de esa noche:

-Fue una noche intensa por donde se lo mire -respondió-. Era la época en que los de seguridad usaban traje y moño, y podían ser un poco picantes. Los punks con pantalones de sadomasoquismo, remeras rotas y cadenas, los enfrentaban. Algunos punks usaban remeras que decían cosas como “Myra Hindley* es inocente”, para irritar a la gente. La tensión empezó a crecer. Cuando la banda subió al escenario, estaba bastante electrizante, con pogo salvaje. Parecía que se venía algo. Hubo un par de problemas en el camarín. No hubo daños, sino que después se encontraron montones de botellas vacías de Benylin.

Junto al pegamento, el jarabe para la tos Benylin, era el estimulante barato y divertido del punk rock.

-Fue el tesorero el que había escuchado las letras y las consideró racistas y fascistas, y se negó a firmar los cheques -continuó Phil-. Al final del reci, hubo un enfrentamiento con las bandas al lado del escenario, y el Centro de Estudiantes al fondo del salón. Johnny Rotten se me acercó y declaró “No somos fascistas. Ustedes son fascistas”, o palabras por el estilo. Y creo que fue Mick Jones de los Clash el que nos dijo que nunca más iba a tocar una banda ahí de nuevo. A pesar de la sensación del tesorero, todos sabíamos que el contrato manifestaba que podía pasar este tipo de cosas, y que había que pagarles. Básicamente les dimos un poco de efectivo para volverse a sus casas, o lo que fuera, y les mandamos los cheques al otro día. A pesar de todo esto, esa noche no hubo un problema propiamente dicho, y el reci anduvo re bien.

En verdad, los chabones eran cualquier cosa menos fascistas y pronto nos íbamos a enterar de que debajo de su atuendo punk pintado a mano y tapado de pins, latían corazones de socialismo puro, al menos en el caso de los Clash.

Los Clash subieron primeros, ya que eran la única banda telonera y era su vigésima fecha. Strummer con el pelo rubio y ropa del ejército salpicada de pintura; Mick Jones con una camisa con la bandera británica y corbata negra; Paul Simonon, fachero como siempre, de camisa blanca con un graffiti rojo y corbata, y Terry Chimes de camisa roja.

Mientras, los Pistols eran mucho más conservadores en su forma de vestir: gran parte de la banda usó camisas negras y Johnny Rotten una campera de goma azul oscura, considerablemente sencilla.

Kevin y Lynda Harrison, que pronto estarían al frente de una de las bandas más ingeniosas de Coventry, The Urge, estuvieron en el recital con Roddy Radiation de los Specials.

-Llegamos temprano y escuchamos la prueba de sonido de los Clash -dijo Kevin-. Roddy y yo nos fuimos a la barra con Joe Strummer, a tomar unos refrescos. Tuve una buena charla con Joe, sobre la situación del país y el costo de vida, y Joe me rodeó con el brazo cuando paseamos entre la multitud. Fui el mejor amigo de Joe por unos 20 minutos.

“El sonido de la autopista Westway llegó al escenario. Las canciones eran en su mayoría del primer disco, a ser publicado pronto: ‘White riot’, ‘Janie Jones’, ‘I’m so bored with the USA’, ‘What’s my name’, ‘London’s burning’. ¡Sigue estando en el ranking de mejores recitales de mi vida! Posteriormente, Rodd y yo tomamos otro refresco y charlamos con Joe, que nos invitó a los cuatro al camarín.

“En un rincón, parado, solo, estaba Johnny Rotten, que se mantuvo apartado del resto, soplándose la nariz enérgicamente con los dedos y sacudiéndolos hacia el piso. Cuando subieron al escenario los Pistols y arrancaron con el riff de ‘Pretty vacant’, fue una cosa poderosa. Los Pistols estaban ajustados y bien entrenados para ir a lo básico. Un shock para todos los cara de teta que decían que no sabían tocar.

“Cerca del frente, donde estábamos nosotros, había un grupo de pogueros expertos, y uno grande y torpe se vino a los tumbos hacia Lynda y se le cayó encima del pie, de espaldas. Me acuerdo de que escuché ‘Bodies’ y ‘Anarchy in the UK’, seguidos de ‘God save the Queen’; pero Lynda a esa altura no estaba en buen estado para seguir. Por consiguiente, se desmayó del dolor, y recuerda que volvió en sí gritando ‘¡No!, ¡no me voy! ¡necesito ver a los Pistols!'”.

Tanto los Clash como los Sex Pistols volverían a la ciudad. Ambas bandas causarían un mayor impacto en sus regresos, ya que los viejos rockeros glam, cada vez más cansados, dejaron de burlarse de los punks y se les unieron.

Así que en cuestión de un par de meses, el fenómeno punk se arraigó, y un año después la cultura británica e irlandesa estaba llena de actitud, bolsas de consorcio, alfileres de gancho y labial negro, con un millón de punks que gritaban “anarquía”, aunque no tuvieran idea de qué era eso.

Curiosidades:

-Luego de este recital, Terry Chimes dejaba de tocar con la banda… por un tiempo.

-Joe Strummer le envió un telegrama de apoyo a los estudiantes de Lanchester, cuando ocuparon el edificio administrativo principal por los recortes presupuestarios.

-Steve Connolly, nacido en Coventry, fue plomo de los Clash (bajo el alias Roadent) y fue fundamental para que los Specials conocieran a Bernie Rhodes y telonearan a los Clash en la gira On Parole.

Fotos de blackmarketclash.

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*Asesina serial británica.

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