El boliche de los 101’ers

“Estábamos tocando y la policía hacía redadas en el lugar. Seguíamos tocando y era como la banda sonora de esa locura que había por todas partes”, contó Joe Strummer.

Texto de Chris Salewicz – Traducción y compaginación: Lepo.

En Noviembre de 1974, los 101’ers, la banda de Joe Strummer previa a los Clash, hablaron con el propietario del pub londinense Chippenham, para conseguir una seguidilla de fechas. Era un pub áspero, lleno de recovecos, popular entre los peones irlandeses; decorado recargadamente con estucado rococó y con una barra central semicircular. “El Chip” tenía el ambiente y la reputación de una cantina del Lejano Oeste.

The Chippenham en 2013 aproximadamente.

Al grupo le dijeron que, mediante un alquiler de una libra [14,50 dólares actuales], podían tocar en la sala del primer piso, que tenía su propio escenario pequeño. Joe recordó el primer reci ahí; el miércoles 4 de diciembre de 1974:

-La verdad que nunca despegamos hasta que alquilamos esa sala de arriba del Chip. Porque no sabíamos tocar. ¿Cómo íbamos a conseguir fechas? Lo único que podíamos hacer para aprender a tocar, era emprender nuestro propio boliche. Yo iba a los recis con dos ladrillos en un morral -le dijo Joe a Mal Peachy-. Esos ladrillos eran para poner sobre la plataforma de un tocadiscos, dada vuelta, con un palo de escoba atornillado ahí. Ése era el pie de micro. Y el micro estaba pegado arriba con cinta, y los ladrillos estaban ahí para ponerlos adentro del tocadiscos, para que esa cosa se mantuviera estable, para que el micro no se cayera. O sea: construíamos nuestros propios equipos. Nos contrataba nuestro propio boliche. Nadie nos iba a contratar. ¿Te imaginás lo que parecíamos? Un montón de okupas dementes. Encontramos un pub con una sala en el primer piso y lo alquilamos por un mango por noche. Y así aprendimos a tocar, haciéndolo nosotros mismos. Eso es como el dogma punk. O sea, tenés que poder salir y hacerlo vos mismo, porque nadie te lo va a dar. Nos metimos clavando las garras.

A la sala la bautizaron “Charlie Pigdog”, como un perro Jack Russell marrón y blanco, que era la mascota de dos amigos de Joe: Dave y Gail Goodall. Ambos vivían a cuatro cuadras del pub, en Chippenham 23, con Tymon Dogg. Joe había compartido habitación con Tymon ahí apenas volvió de Gales.

Charlie Pigdog con los amigos de Joe.

Charlie Pigdog, de vez en cuando, deambulaba por el escenario durante las presentaciones del grupo. Al igual que los músicos que estaban aparte del núcleo del grupo: Woody Mellor [Joe Strummer], Simon Cassell, Álvaro Peña-Rojas, Antonio Narváez y los integrantes nuevos, Jules Yewdall y Mole Chesterton. De vez en cuando, tocaba Tymon. Clive Timperley fue a la segunda noche, el 11 de diciembre:

-La próxima, traé tu guitarra -le dijo Woody.

-Se puso muy movido, porque venían todos los okupas de Maida Hill, Maida Vale y Londres Oeste -dijo Joe-. Y pronto se volvió un gran popurrí. Y venían los gitanos y le choreaban a todos y tiraban los abrigos de la gente por la ventana. Y se desataba el caos. Estábamos tocando sobre el escenario, y la policía hacía una redada en el lugar. Seguíamos tocando y era como tocar la banda sonora de esa locura que había por todas partes. La policía entraba corriendo. No sabían a quién o qué inspeccionar, con todos esos okupas y gitanos mugrientos y dios sabrá qué más, en esa sala. Y así como seguíamos tocando, creo que hacíamos “Gloria”. Ahí se empezó a extender hasta ser una zapada de 20 minutos.

Por esa época, todos los 101’ers pusieron plata y se compraron un coche fúnebre usado, seriamente destartalado, por 50 libras [700 dólares actuales]. Ahora tenían algo en qué transportar sus equipos. Más adelante la cambiaron por una trafic. Ambos vehículos eran, en cierta forma, poco confiables, y para las fechas locales los 101’ers muchas veces caminaban hasta los lugares de los eventos, empujando el equipamiento en un cochecito viejo.

Petitorio para que el Chippenham vuelva a su gloria punk

camdennewjournal.co.uk – 4 de agosto de 2017Traducción: Lepo.

Cientos de personas firmaron un petitorio para que el pub Chippenham de Maida Vale sea restaurado y recobre su gloria punk.

El pub de calle Shirland, que existe desde fines del siglo XIX, tiene una historia larga y colorida. En los ’70, el piso de arriba se convirtió en un local punk, donde se cree que Joe Strummer tocó con los 101’ers, antes de entrar a los Clash. Los Sex Pistols y muchos otros de las escena punk lo frecuentaban.

En los ’50, un rincón al fondo del pub se volvió un lugar sagrado para los irlandeses. El bar del piso de arriba, alguna vez fue sala de billar y hostel para mochileros. Pero en 2014, el Chip cerró, y desde entonces los activistas han luchado por su regreso.

El petitorio, lanzado esta semana por el Centro de Mejoramiento Comercial de Maida Hill, dice:

-Este lugar se ganó un lugar justo en la historia musical y es fuente de un enorme orgullo comunitario. Con ese conocimiento histórico, los aquí firmantes pedimos por la presente a Inglaterra Histórica que se agregue este pub victoriano al patrimonio y se garanticen todas las protecciones correspondientes a la ley inglesa.

Activistas que pidieron la restauración del Chippenham (2017). Fuente: hamhigh.co.uk

En 2014, hubo una solicitud para cambiar la habilitación de la edificación a “venta”, ya que los dueños afirmaban que lo estaban usando como tienda. El municipio lo permitió, pero poco después cerró. Pusieron persianas de acero y los activistas lucharon durante un tiempo para que las quitaran. Finalmente, se emitió una orden para que las retiraran.

Tim Roca, un concejal del partido Laborista, dijo:

-Está en un estado espantoso. Está en ruinas. Le pedimos al municipio que tome medidas, pero pasó mucho tiempo. Queremos que sea restaurado y que sea un pub. Estamos preocupados por el interior y la estructura. Tiene una historia re interesante.

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