El miércoles 21 de abril de 1982, con la banda lista para una gira, el cantante de los Clash desapareció del mapa, sin decir a dónde iba.
Texto: Lepo, basado en escritos de Pat Gilbert, Chris Salewicz y revista Uncut.
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Corría fines de abril de 1982 y estaba programado el arranque de una gira de los Clash en Aberdeen, Escocia, como anticipo de su disco Combat Rock (listo para salir en mayo). Pero entonces sucedió uno de los acontecimientos más extraordinarios en la compleja historia de los Clash: Joe Strummer desapareció.
Actualmente es ampliamente sabido que el manager Bernie Rhodes le había dicho en secreto a Joe que se tomara licencia sin previo aviso, como estrategia para fomentar la venta de entradas para la gira británica, que tenía fecha de inicio el 26 de abril. La desaparición estaba armada. Era un fraude para hacer bombo publicitario.
Lo que Bernie sugirió fue que Joe desapareciera hacia Texas y se quedara con Joe Ely. Insistía en que fuera solo y dejara a su pareja Gaby Salter, y que lo llamara todos los días.
-Bernie no me soportaba -dijo Gaby-. Era raro con todas las mujeres. [El relaciones públicas de la banda] Kosmo Vinyl tampoco me quería. Todos sabían que de alguna forma me podía hacer pasar por rubia tonta y yo tenía influencia sobre Joe. Yo los ponía nerviosos. Joe siempre necesitaba un secuaz, y Kosmo se había convertido en eso. Tal vez yo estorbaba.
Como si hubiera decidido demostrar que él era su propio jefe y no un esclavo de su manager, Joe adoptó una estrategia alternativa. Se esfumaría a su propio criterio y no le iba a decir a Bernie dónde estaba. Y se iba a llevar a Gaby. Iba a desaparecer en serio. Llamó a su madre y le dijo que no se preocupara por lo que iba a escuchar sobre él. Entonces Joe y Gaby se tomaron un barco a París el miércoles 21 de abril.
Era un comportamiento aventurero clásico. ¿Alguien encontraría una pila de ropa de Joe en alguna playa? Hubo un breve rumor de que habían hallado su cuerpo en el Río Clyde de Escocia. En el mundo real, ¿Joe simplemente estaba escondido de toda la presión, preocupado y enojado con Topper Headon, o asustado por la recepción que recibiría Combat Rock?
En Gran Bretaña, el último disco de los Clash (Sandinista!) había sido atacado. Ahora, habiendo tomado las riendas de Combat Rock, el criterio creativo del cada vez más misterioso Joe Strummer, estaba a punto de ser sometido al escrutinio del público y de la crítica.
Años después, Joe contaría:
“Me fui a la mierda, a París, porque Bernie Rhodes me dijo. Se había olvidado del hecho de que teníamos una convocatoria enorme en puerta. Es algo que sigo teniendo. “En puerta” significa que la gente no te compra las entradas anticipadas a los shows. Capaz que no tenés ventas enormes de anticipadas. Pero en puerta, agotás las entradas re fácil. Para mí, tener eso, es algo genuino y honorable. Significa que tenés bohemios en el público, que no planean las cosas por adelantado. Ése es el público que uno quiere.
Había un reci en Inverness [170 kilómetros al oeste de Aberdeen], que no se agotó, pero lo podríamos haber llenado fácilmente. Se asustó y dijo “alguien se tiene quebrar el brazo o algo. Vas a tener que desaparecer”. Yo tenía ganas de desaparecer, de todas formas. Se suponía que lo tenía que llamar cuando me fuera, pero pensé: “esto tiene que parecer cierto”. Así que desaparecí de verdad”.
Pocos días antes de esfumarse, Joe había visitado a Alex Michon, la diseñadora de indumentaria de los Clash, que había vuelto a trabajar para el grupo después de dos años.
-Estaba muy deprimido -dice ella-. Me dijo “No sé si puedo seguir, Alex”. Yo estaba a punto de irme a New York, así que le dije “Sí podés; no seas tonto”. Me dijo “No, es demasiado”. Parecía estar muy bajoneado con el grupo.
-Los amigos de Joe del entorno Clash, que entrevisté para mi libro, parecen coincidir en que el problema de drogas de Topper probablemente fuera importante para él, y también la pelea con Mick Jones por Combat Rock -dijo el periodista Pat Gilbert-. También parece haber habido una desilusión grande con la turbulencia incesante de la vida en los Clash.
Don Letts tiene esto para decir:
-Lo de París, para mí, fue definitivamente una manera orquestada para sacar a Topper de la banda. Joe tenía una forma rara de lograr lo que quería. A veces iba directamente al grano, pero también tenía una manera de maniobrar las situaciones a favor suyo. Eso sería un ejemplo clásico del Joe manipulador, pero no de una forma obvia. De una forma sutil. No es un comentario negativo. Es una observación.
Joe nunca insinuó que fuera así. Prefería pensar que su viaje fue como “hacerse la rata del trabajo”, o un descanso para “comprobar si estaba vivo”.
Refugiado en la casa de un amigo en París, Joe tenía ganas de que algunos pocos amigos selectos, y su madre, supieran que estaba bien. Kit Buckler del sello CBS, recibió una postal que decía “No te preocupes, estoy bien”.
-Era mucho mejor escribiendo notas que hablando por teléfono -revela Kit.
Gaby contó, tiempo después:
“Yo tenía una amiga que vivía en París. Ella tenía un departamentito en Montmartre. Vivía con su novio y nos dio el lugar de ella.
El tercer día, estábamos en un restaurante y alguien me habló y Joe me hizo una mirada furiosa para que parara de decir por qué estábamos ahí. Me robaron la billetera con toda nuestra plata y Joe se emboló y me dijo que me fuera a mi casa. No me fui. No tenía ni pasaporte ni plata. Tuve que ir a la embajada británica y me dieron documentación para viajar.
Simplemente nos metimos de lleno en ser parisinos, durante un par de semanas. Hicimos un pequeño tour por París. Usé boina y viajamos en el subte con copias de los artículos de diario sobre la desaparición de Joe.
Después de un tiempo le creció la barba y se compró una campera militar. Era un disfraz. Los Clash eran muy conocidos en Francia, particularmente en París.
Joe me llevó a cada museo y cada lugar que alguna vez hubiera mencionado cada escritor famoso. Rimbaud era su verdadero ídolo. Corrimos la maratón francesa [el 16 de mayo]. Los dos. Yo salí última. La pasamos hermoso”.
La ahora genuina desaparición de Joe, fue notificada por Bernie en un comunicado de prensa poco meditado:
“El conflicto personal de Joe es: ¿dónde se para un artista de rock socialmente comprometido, en un ambiente trivial como el actual?”
Según Bernie, Joe “probablemente se fue a reflexionar seriamente”.
Tan seriamente, que paradójicamente decidió traicionar a Bernie y a Kosmo (el único que sabía el plan original), y esconderse de verdad. ¿Entonces qué se le pasó por la cabeza?
Bernie y Kosmo habían tomado el riesgo de no informarle a Paul Simonon ni a Mick sobre la realidad de la desaparición de Joe. Esto hacía que fuera todavía más difícil tocar el asunto de que Joe se había declarado en rebeldía y desaparecido efectivamente.
-La cosa entre Joe, Bernard y yo, fue cruzar el límite -admite Kosmo ahora-. Yo no sabía cuál era el límite, pero sabía que lo había cruzado, y lo hice en favor de los intereses del grupo. Para mí tenía sentido. Iba a ser algo hermético y si no funcionaba iba a ser terrible. No era algo para debatir. Es así; estás adentro; éste es tu trabajo y tenés que hacer esto. Mick y Paul tenían todo el derecho de ofenderse cuando descubrieron lo que pasó.
Bernie y Kosmo hicieron la farsa de ir a Aberdeen para la primera fecha de la gira, pero como Joe no apareció para tocar, quedó claro que iban a tener que suspender toda la gira británica.
Para peor, tenían una gira de 23 fechas por EE.UU. programada para junio. Si la tenían que postergar, las sanciones por suspensión iban a provocar que la organización de los Clash se sumergiera en una deuda tan devastadora, que iba a ser poco probable que sobrevivieran.
-La situación económica era sumamente seria -explica Kosmo-. Si no encontrábamos a Joe, básicamente estábamos fritos. Nos hubiera costado una suma de dinero fenomenal.
Esta historia continuará… en mayo.
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