Había salido Combat Rock y nadie de Londres sabía dónde estaba el cantante de los Clash. Pero el 17 de mayo de 1982, lo encontraron en un bar.
Texto de Pat Gilbert y Chris Salewicz – Traducción, compaginación y aclaraciones: Lepo.
Había salido Combat Rock y nadie de Londres sabía dónde estaba el cantante de los Clash. Pero días antes, la primera semana de mayo, el relaciones públicas Kosmo Vinyl y el manager Bernie Rhodes tuvieron una primera orientación en cuanto al paradero de Joe Strummer.
El grupo estaba programado para el 20 de mayo como número central del Festival Lochem, en las afueras de Amsterdam, Países Bajos. Como la noticia de la desaparición de Joe a esa altura ya era moneda corriente, las entradas para el evento no se estaban vendiendo bien, porque nadie creía que los Clash se fueran a presentar.
Kosmo le aseguró al productor Frank Van Hoorn que Joe iba a volver, y que los Clash iban a cumplir con la fecha. Van Hoorn no estaba convencido.
Por un golpe de carambola, unos días después, el periodista musical neerlandés Jip Golsteijn, que no estaba al tanto de la desaparición de Joe, le mencionó por casualidad al organizador de Lochem que había visto a Joe Strummer en un bar de París la semana anterior. Inmediatamente Van Hoorn llamó por teléfono a Kosmo para contarle la noticia, y Kosmo entró en sobrecarga. Le dijo a todos sus conocidos con contactos en Francia que había que encontrar a Strummer. De lo contrario, según sus propias palabras, “todo lo que habían generado los Clash iba a desaparecer”.
El sentido fantasioso de Joe, y el deseo de seguir evitando que lo detectaran, lo había inspirado a dejarse una barba espesa. Incluso corrió la Maratón de París del 16 de mayo, sin que nadie lo reconociera.
Richard Schroeder le sacó una foto. Se había juntado con Strummer en la capital francesa:
-Para Joe era medio normal. Dos días antes, vio un artículo en el diario y dijo “Qué copado. La hagamos”. Corrieron sin anotarse. Su novia Gaby Salter abandonó después de un par de kilómetros, pero Joe la terminó. Yo estuve en el arranque y lo esperé en la llegada. Y aunque no me crean, estoy seguro de que llegó. ¡Vos le vieras la cara! Los días posteriores, ¡no podía ni caminar!
El lunes 17 de mayo, por medio de Mark Salter, cuñado de Joe y encargado de giras de los Stray Cats, Kosmo consiguió el número de teléfono de una chica que supuestamente sabía dónde estaba Joe. Cuando la llamó, ella “se volvió loca”, y estuvo reacia a revelar el paradero de Joe.
Kosmo directamente soltó el teléfono y contactó a un productor que conocía en París, que tenía un amigo detective con una guía telefónica inversa, y descubrió la dirección de la chica. Vinyl fue rápidamente a Heathrow [el puerto donde se toman los ferris hacia Francia]. En tres horas estaba parado en la oficina donde trabajaba ella.
-Le dije “tengo que ver a Joe. Vos sabés dónde está”. La chica se quedó de cara. Me dijo que me juntara esa noche con ella en una cafetería. Y entonces entró él.
Cuando Strummer cruzó la puerta esa noche, Kosmo gritó sorpresivamente: “¡Fidel!”
Se sentaron y debatieron el asunto.
-Me acuerdo que esa noche, en algún bar de algún lado, Joe se sentó al piano y tocó “Just like Tom Thumb’s Blues” de Dylan, tratando de acordarse toda la letra -dice Kosmo-, y aceptó volver. No lo forcé. Nos emborrachamos. Según recuerdo, ni siquiera tuve que convencerlo. Pero para ser honesto, no me acuerdo. Capaz que sí.
Al otro día, martes 18 de mayo, Joe y su novia Gaby Salter volvieron a Londres. Ahora, Mick Jones, Paul Simonon y Topper Headon se enteraron de que al principio la desaparición de Joe había sido un fraude de Bernie, y que los había metido en problemas serios. No estaban contentos. Se agregó más combustible a la desconfianza de Mick en el manager. Dijeron que iban a llevar a cabo la presentación en Lochem, dos días después: según Frank Van Hoorn, su cachet iba a ser de 75 mil dólares [más de 200 mil dólares actuales] (más viáticos), que necesitaban con urgencia para pagar los costos de suspensión de la gira británica.
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Esta historia continuará…
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