Cuando llegaron al predio del festival, el organizador no pudo evitar observar que todos parecían estar de la cabeza, y especialmente el baterista.
Texto de Lepo, basado en los escritos de Pat Gilbert y Chris Salewicz.
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El show del festival Lochem, el jueves 20 de mayo de 1982 a 130 kilómetros de Amsterdam, Países Bajos, pasó a la historia por una razón simple: fue la última fecha de Topper Headon en los Clash.
El grupo cerraba la grilla que incluía a Saxon, Tenpole Tudor, Bow Wow Wow y los Stray Cats. Digby Cleaver, asistente de Mick Jones, recuerda que Saxon tenía un águila de aluminio enorme al fondo del escenario, que el plomo Barry Auguste alias Baker, insistía en llamar “la cotorra de metal”.
Cuando llegaron al predio del festival, el organizador no pudo evitar observar que todos parecían estar de la cabeza, y especialmente Topper. En Amsterdam, las leyes liberales sobre drogas, eran atractivas para los Clash, que camino al festival ya se habían pasado aproximadamente una hora en las “cafeterías” de la ciudad, probando el mejor hachís y faso. Para Topper, eso era un desastre. Antes de encarar para el predio, pegó heroína y merca. Previo al show, mientras Joe chequeaba su aspecto en el espejo del camarín, Topper lo sacó y lo acostó, tiró un montón de cocaína encima, y se la aspiró por las fosas nasales. Joe estaba furioso.
-Yo no sabía, pero obviamente ellos habían tenido reuniones sobre mi estado y dijeron “vamos a probar a Topper en Amsterdam”. Qué lugar para poner a prueba a un falopero. Así que me drogué allá. Para mí, estaba todo normal -dijo Topper.
-En Países Bajos supimos que había un problema, cuando Topper dijo que necesitaba subir al escenario con un espejo -dice Mick-. Así que le dimos un espejo grande, de ropero, y lo puso horizontalmente.
Digby dice:
-Joe me dijo que la gota que rebalsó el vaso fue cuando él estaba parado frente a un espejo grande en el camarín, revisando su atuendo escénico, poniéndose gomina en el pelo para subir al escenario, y Topper entró rápido y dijo “Disculpá, ¿no?”. Entonces puso el espejo horizontalmente y le puso un montón de merca arriba. Joe se enchivó totalmente con eso. Era lo último que faltaba.
Como un presagio shakesperiano, cuando pisaron el escenario, estalló una tormenta violenta.
La versión del organizador Frank Van Hoorn de lo sucedido esa tarde, es tan vivaz, que vale la pena leerla completa:
-Los Clash llegaron a mi recital en ómnibus. Y por supuesto llegaron tarde y levantaron todo tipo de gente que hacía dedo, y estaban totalmente de la cabeza. Yo todavía no había vendido tantas entradas, porque habían anunciado públicamente que iban a tocar solamente tres o cuatro días antes. El clima era abismal.
Inmediatamente entramos en una discusión enorme con su representante, porque insistían en cobrar todo su caché. Yo les dije “Bueno, yo no vendí ninguna entrada por la mala publicidad“. De todas formas subieron al escenario, y después de media hora, Strummer paró el show. Escuché por el sistema de sonido: “¿Dónde está el puto del organizador?” Subí al escenario y había todo tipo de escaramuzas entre mi personal de seguridad y los fans de los Clash. Strummer me dijo: “Tu seguridad está atacando a mis fans”. Los fans eran unos verdaderos perversos hijos de puta. Tenían cuchillos, tenían de todo. Era una situación realmente desastrosa.
Luego Strummer reinició el show e invitó a todos sus fans a subir al escenario. Entonces el público empezó a empujar y tumbó las vallas. Unos 500 subieron al escenario, pero lo más peligroso fue que 500 se metieron debajo del escenario porque llovía mucho. Pude ver que el escenario estaba empezando a colapsar lentamente y en el rincón opuesto, la policía neerlandesa quería invadir el terreno, así que los tuve que repeler y sacar a toda la gente. Había truenos, rayos, lluvia, vallas rotas. ¡Fue una pesadilla!
A Topper lo noté bastante intoxicado, antes y después. Parecía estar totalmente en otro planeta. Estaba muy puesto, mientras que los otros estaban bastante animados, siendo ellos mismos. Unas personas horribles. No había interacción entre ellos y Topper. Por dios… Me quedé totalmente atónito porque eran una banda punk que predicaba la anarquía y denunciaba a los rockeros ricos, y realmente me cagaron, insistiendo en cobrar todo su caché. Me quedé totalmente shockeado.
¡No eran más que una banda de lunáticos! Kosmo [Vinyl, RR.PP. de la banda] estaba con un traje del ejército, hablando como una sopa de letras. Querían que les pagara el hotel en Amsterdam a los plomos. ¡Les dije que se fueran a la mierda! Esa noche envejecí diez años.
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Esta historia continuará…
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