El 27 de diciembre de 1979, la banda participó en un concierto a beneficio, para señalar un desastre global.
Texto: Lepo. Basado en varios escritos de Pat Gilbert, Chris Salewicz y elcirculobeatle.com entre otros.
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El jueves 27 de diciembre de 1979, un ataque soviético a Afganistán se convirtió oficialmente en una invasión. Los EE.UU. le telegrafiaron su horror al resto del mundo. Los halcones de la Casa Blanca agitaron sus sables. El ánimo internacional, de repente, se volvió oscuro y apocalíptico. Los ’80 iban a empezar bajo la sombra de la Bomba.
El mismo día en que los tanques llegaron a Kabul, los Clash dieron un recital como “banda sorpresa”, en una serie de conciertos a beneficio en el Hammersmith Odeon de Londres, para señalar otro desastre global. El mundo entraba en una década nueva y Camboya estaba literalmente muriéndose de hambre: una nación camino a la extinción, como resultado de una serie compleja de sucesos políticos.
Durante la mayor parte de los ’60, Camboya fue una nación agricultora y exportadora de arroz. Después, llegó al país la guerra de Indochina y los años de batalla entre 1970 y 1975 mandaron a la nación a la ruina. Ya en 1974, se informó que la desnutrición era un problema serio, por la destrucción de la agricultura nacional.
En 1975, el Khmer Rouge [Partido Comunista de Camboya], bajo el liderazgo de Saloth Sar, alias Pol Pot, tomó el control del país e inmediatamente evacuó las ciudades, rechazando cualquier asistencia internacional. Su idea era transformar Camboya (rebautizada Kampuchea) en una “utopía agraria”, declarando que la nación iba a empezar “de cero”, como antes de la ocupación francesa: abolió el dinero, la propiedad privada y la religión, y armó colectividades rurales. Poblaciones urbanas enteras fueron reubicadas para trabajar en granjas y en campos de concentración.
El país se cerró al mundo exterior. Se destruyeron los sistemas de comunicación y transporte; se separaron familias y se detuvo la educación. Cualquier intelectual era asesinado. Muchos eran condenados por usar anteojos o por saber un idioma extranjero. Cientos de miles de personas de clase media con educación, fueron torturadas y ejecutadas.
Quedaron solo 50 doctores en el país y casi toda la población estaba en riesgo de tener enfermedades fatales. Cientos de miles de personas, especialmente mujeres y niños, buscaron refugio en el país vecino del oeste, Tailandia.
Kurt Waldheim, secretario general de las Naciones Unidas, dijo que era “una tragedia nacional de proporciones que pueden no tener paralelo en la historia”. De hecho, pocos países pasaron el sufrimiento humano de Camboya en esa década, devastado por la guerra y las privaciones. Entre 1975 y 1979, el país perdió casi la mitad de su población por la guerra, el hambre y las enfermedades.
El gobierno del Khmer Rouge finalmente fue derrocado en enero de 1979 por tropas vietnamitas, tras una serie de enfrentamientos violentos en la frontera, que duraron poco más de una semana.
El evento
En muchas ocasiones en la historia de la música se han llevado a cabo conciertos altruistas que reúnen a una buena pléyade de estrellas del rock que apoyan una causa social o política en la cual aportan una canción o una presentación completa en donde, por lo regular, no cobran y las ganancias de esos shows van a parar a fundaciones civiles.
Del 26 al 29 de diciembre de 1979, en los Conciertos para el Pueblo de Camboya, participaron también Queen (única banda de la primera noche), The Who, The Pretenders y Paul McCartney & Wings.
Las presentaciones surgieron de los contactos entre Waldheim y McCartney. Músicos, plomos, técnicos de sonido e iluminación y muchísimos otros le dedicaron su descanso de Navidad a la causa.
A los Clash les tocó la segunda noche, de punk y reggae, compartida con Ian Dury and The Blockheads y el grupo Matumbi [que casualmente también habían compartido escenario con Joe Strummer en el debut de los 101’ers, cinco años antes].
Los Clash habían publicado London Calling, su último disco hasta la fecha, menos de dos semanas antes. Y no tuvieron problemas en preparar un repertorio repleto de temas nuevos. La lista fue: “Clash City Rockers”, “Brand New Cadillac”, “Safe European Home”, “Jimmy Jazz”, “Clampdown”, “The Guns Of Brixton”, “Train In Vain”, “Wrong’em Boyo”, “Koka Kola”, “(White man) In Hammersmith Palais”, “Stay Free”, “Bankrobber”, “Janie Jones”, “Complete Control”, “Armigideon Time” y “London Calling”.
Mick Jones tocó con la guitarra con los Blockheads en “Sweet Gene Vincent”, con pantalones de cuero negro y un pucho colgándole entre los labios. Joe y Paul Simonon lo observaron desaprobatoriamente.
-A Mick no le importaba irse a zapar con Ian Dury -dice Paul-. Pero Joe y yo no estábamos a favor de eso. Éramos incapaces de zapar, pero además queríamos crear un poco de misterio.
La fecha actuó como precalentamiento para el ataque de 35 fechas de los Clash al Reino Unido, programado para enero y febrero de 1980. Su primera gira por Gran Bretaña en más de un año.
El viernes 28 se presentaron los Pretenders, los Specials y los Who, que dieron un recital de alrededor de tres horas con su baterista nuevo Kenny Jones, reemplazante de Keith Moon, fallecido en 1978.
En la noche de cierre actuaron Elvis Costello and The Attractions, Rockpile, Paul McCartney & Wings y la Rockestra, que surgió de una tema de McCartney en la cual reunió a varios invitados de las otras bandas.
En 1981 la empresa discográfica Atlantic Records editó un álbum oficial doble, ahora descatalogado, con algunas de las canciones de cada uno de los grupos (a excepción de Matumbi) sin orden cronológico, y su venta también aportó dinero a la Unicef. También hubo algunos programas especiales que se transmitieron por televisión, mostrando clips de las presentaciones de algunos grupos. “Armagideon time” fue el tema de los Clash que quedó en el disco y registrado en video.
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