“Los Clash no son una simple banda, y esto es más que un single“, comentaba una de las críticas musicales publicadas aquella semana de marzo, hace 45 años.
Traducción y compaginación: Lepo.
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Reseña 1 (Revista NME, 19 de marzo de 1977)
Las palabras del año pasado pertenecen al idioma del año pasado, y las palabras del año que viene esperan otra voz. Estate atento y escuchá. ¿La oís?
No tiene sentido categorizar a esta grabación con otras: “White riot” no es un single mugroso “de la semana”. Es el primer evento significativo del año.
Tratá de rebajarlo. Dale. Decí que se vendieron al enemigo, la CBS. Decí que son otra novedad londinense inútil, irrelevante para la vida de la gente trabajadora. Decí que es un bombo publicitario astuto que los estafó a todos. Decí que es un simple refrito de los ’60 y que la letra no se escucha.
Decí lo que quieras y de todas formas no podés rebajarlo, porque los Clash no son una simple banda, y esto es más que un single.
Hay un libro escrito en 1963 por un fanático de la tradición, que dice que los Beatles eran lamentables; que eran un robo al rhythm and blues; que no iban a durar en Londres. No duraron: lo despedazaron.
Sea cual sea tu postura, todos están básicamente de acuerdo en que hay dos bandos. Vos sabés lo que se viene; nosotros también y ellos también. Los Clash escriben su propio destino.
La versión grabada de “White riot” trae un minuto 58 segundos de guitarras, el bajo de Paul Simonon bombeando, una voz borrosa e insolente y pura agresividad musical.
No va a lograr demasiada difusión radial porque no se entiende la letra. Podría ser peor:
“Los negros tienen muchos problemas, pero no tienen problemas para tirar piedras. Los blancos van a la escuela a que les enseñen a ser tontos. Disturbio blanco. Quiero un disturbio propio”
Del otro lado está “1977”, muy conocida ya para los entendidos:
“No hay Elvis, Beatles ni Rolling Stones en 1977″
Mmm. ¿Y por qué el riff es de los Kinks? No importa. Olvidate el formato y el mensaje que te llegue en cualquiera de los otros singles que hay en las tiendas. Este es el que tiene el mensaje. Conseguilo, robalo, pedilo prestado, grabalo de la radio, si es que lo pasan. Si lo comprás sos un pobre diablo y si te lo perdés sos un verdadero inútil.
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Reseña 2 (autor desconocido)
Joe Strummer, exescoria convertido en rey, ¡es un capo! Entró a los Clash el verano boreal pasado, decidido a hacer música rompecuellos, con sonidos de guitarra rabiosos y al frente, enmarcando sus canciones como aros de fuego en un demolition derby [nota del traductor: clásica carrera de autos destruidos que vemos en las series estadounidenses]. Y lo logró.
Por más de un año, vagó por el circuito de pubs con su banda previa, construyendo una base de seguidores fieles, pero tocando principalmente para las sobras que quedan durmiendo en las jarras de cerveza.
Como muchos músicos de su generación, gritaba como loco para llamar la atención y lograr traspasar la apatía artera que sentía que estaba aquejando al rock. Un encuentro fortuito hizo que ocurriera.
Mick Jones (guitarra) y Paul Simonon (bajo) iban paseando por Ladbroke Grove con el ex-Sex Pistol Glen Matlock y lo abordaron en la calle. Le dijeron que tocaba en una banda de cuarta. Y él coincidió.
Después Mick y Paul lo halagaron por su voz. Joe, a cambio, dijo que ellos tenían buena pinta. Y de ahí en adelante, tres mentalidades similares forjaron una relación, que durante los últimos siete meses causaron una leve sensación (en términos punk).
Esta es la banda que esperábamos que fuera el alivio musical para las explosiones verbales de los Sex Pistols. Los Clash creen que su música debería mantener a la gente en contacto con las inequidades de la vida, y las letras de sus canciones, como “Career opportunities” y “Janie Jones”, son poemas callejeros con chispas frecuentes de humor insultante contra los responsables de la decadencia humana.
Pero como su dedicación al sonido entretenido es tan feroz como su compromiso con ser jóvenes enojados, los Clash consolidaron una reputación bien merecida de músicos creíbles.
“White riot” (con un buen lado B, “1977”), fue compuesta por Joe y Mick, tras experimentar de primera mano los disturbios del desfile de Notting Hill, el año pasado. Guió la producción su sonidista en vivo, Mickey Foote.
Una sirena policial, estampida de pies, vidrios rotos y alarmas cauterizan la mezcla. La voz malévola de Joe taladra las guitarras ardientes de Mick. Paul toca el bajo con la sensualidad de Family [banda inglesa de fines de los ’60] y la agresividad de Pete Townshend. Es el complemento exacto para el trabajo impresionante del baterista Terry Chimes.
El sonido en general es un poco cauteloso y la letra de las estrofas, lamentablemente, es inaudible. Esperemos que grabar este single le haya dado a la banda la experiencia necesaria para limar esos problemas para el disco que viene.
Así como está, es un debut en vinilo casi tan genial como sus mejores actuaciones en vivo.
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Reseña 3 (Mark Perry para Sniffin’ Glue)
Sí, esperé meses a que esta banda publique una grabación. No puedo describir la sensación que me da escuchar este single. Es tan increíble, que honestamente creo que puede cambiar el rumbo del rock. Vuelve a llevar al rock a donde tiene que estar: en las manos de los pibes. Los pibes que tienen que vivir en viviendas municipales nefastas y crecer hacia una vida de seguridad: trabajo estable, familia y auto.
El país está tan hecho mierda en este momento, que la única forma de salir es arrancar de cero.
Espero que cada pibe que se compre este single, lo escuche y se de cuenta de que hay que actuar ya.
1977 es el año del Jubileo de la Reina. Bueno, hagamos que sea nuestro año también. Salgamos a hacer algo. Descarten esos alfileres de gancho de mierda y piensen en las ideas en vez de la ropa. Esta “movida” no es algo para hacer solamente a la noche. ¡Es lo único honesto que hay a nuestro alcance!
Sniffin’ Glue le estuvo tirando palos a los Clash recientemente. Bueno, admito que son el grupo más importante del mundo en este momento. Creo en ellos completamente y todo lo que dije sobre ellos en el pasado, es una bosta.
Con este single, comprobaron que estuvieron trabajando. Solamente el esfuerzo puede generar un sonido como este.
Estoy ansioso por conseguir el disco.
Simplemente salgan a crear.
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Reseña 4 (autor desconocido)
Single de la semana
Al principio no me atrapó demasiado, pero ahora, después de tres días y unas 25 reproducciones, me convencí. Pura energía y actualidad. Hace que todo los demás singles de esta página parezcan un poco vomitivos. Desde el arranque con la sirena policial hasta el final con la alarma, es un arma de vinilo apuntándole a las tripas de los peces gordos, tal como lo prometieron Mick Jones y Joe Strummer. Incluso le puede dar un ataque cardiaco colectivo al panel de selectores de la Radio One.
Del otro lado, “1977”, es igual de buena y trae una funda clásica, con foto. ¿Qué más se puede pedir? Capaz que una producción un poco más rigurosa. Usar a tu jefe de personal técnico para ese laburo, es llevar la independencia demasiado lejos.
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