El despido de Mick Jones

“Despedir a Topper Headon fue el fin de la banda. Echar a Mick fue ridículo”, dijo un allegado a los Clash.

Texto: Lepo. Basado en escritos de Pat Gilbert, Chris Salewicz, Chris Knowles y revistas.

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Chris Chappel, amigo de Mick Jones, estaba en el backstage viendo el show de los Clash en el Festival US de San Bernardino, California, Estados Unidos, el sábado 28 de mayo de 1983. Se apresuró para encontrar al manager Bernie Rhodes y contarle del incidente al final del recital, cuando el guitarrista se trenzó a pelear con el personal técnico del evento porque no les permitieron seguir tocando.

El representante de los Clash no demostró interés:

-Como sea. Mick ya no es para este grupo -dijo, jugando una carta hasta ese momento desconocida.

Sean Carasov [fallecido en 2010], amigo de Joe Strummer, recordó:

-Había muchos rumores sobre Mick y se notaba que Bernie estaba presionando para que lo echaran. Joe me dijo que Bernie estaba tratando de ver cómo sacárselo de encima. Mick era la estrella de rock del grupo y le encantaba la onda del festival. A los otros no les importaba una mierda. Se notaba que pasaba algo. Había mala onda. Mick no parecía darse cuenta. Estaba metido en el festival.

Mick en el Festival US de 1983

La inactividad de los Clash a principios de 1983 había sido endilgada a una presunta reticencia de Mick Jones a las giras.

-Estábamos justo en el punto en que teníamos que dar un empujón más. A veces llega un momento en que simplemente tenés que seguir -contó Joe más adelante.

Por otro lado, uno podía sentir que la aparición de los Clash como artista principal del Festival Us señalaba que habían logrado la meta y que la creatividad siempre se beneficia de los periodos inactivos. Además, Mick disputó ese argumento:

-Una de las cosas que decía Bernie era que yo no quería girar. Pero eso no era nada cierto. Yo quería una gira distinta, por lugares a los que no habíamos ido. Creí que eso era una oportunidad para ir a algún lugar como Sudamérica.

Ese verano boreal, el nuevo baterista de los Clash, Pete Howard, fue testigo de cómo vivía el grupo fuera de las horas “Clash”. Notó la distancia social que se había desarrollado entre Mick y los demás. Joe, Paul Simonon y el prensa y relaciones públicas Kosmo Vinyl, con sus respectivas novias y esposas, muchas veces se pasaban las noches tomando algo en el pub Earl Percy, al fondo de la calle de Paul. Mientras tanto, Mick andaba con su propia gente, a la que los demás llamaban “Las criaturas de la noche”: Tony James, Martin Degville y Neal Whitmore (todos de Sigue Sigue Sputnik). Mick y su pareja Daisy también eran prácticamente inseparables en esa época. Pete Howard cree que Joe y Paul pueden haber estado resentidos por eso: él sentía que ellos querían revivir la onda pandillera y Mick no.

-Mick era un chabón bastante distante -recuerda Pete-. No creo que fuera algo forzado. Creo que era distante porque era un fumador empedernido de faso. Tenía un estilo de vida distinto. Se quedaba adentro, fumaba faso, miraba la tele y escuchaba música. No salía mucho. No era para nada alcohólico. Por el otro lado, Joe era una persona muy sociable. Podía hablar con cualquiera. ¡Tenía muchísima energía! Aunque no hubiera sido Joe Strummer hubiera ido a hablarle a los chabones apoyados en la barra. Podía hacer eso de una manera aristocrática pero sin diferencias de clase. Paul siempre era un caballero. Era amigable y muy decente, pero primero y principal, era un puto ícono. Tenía esa cosa callejera y el ojo para el estilo y el detalle. O sea, Joe no se sabía vestir ni aunque fuera de vida o muerte. Paul siempre estaba bien.

Tras más o menos una semana ensayando en el estudio Ear [donde se había maqueteado Combat Rock dos años antes], fue evidente que no se habían ido los malos sentimientos que se habían cocinado en los Clash en 1982. Parecía haber un conflicto con respecto a dónde llevar al grupo musicalmente. Mick se había enamorado de la tecnología: usaba un sintetizador de guitarra Roland de última generación, que había comprado en Estados Unidos. Paul lo llamaba “la cartera del robot”. Él cree que Mick se había “aburrido de tocar la guitarra”, pero no sabía usar el equipo nuevo.

-Mick aparecía dos horas tarde, todos los días -recuerda Pete Howard-. Después había días en los que ni se preocupaba por aparecer. Llegó un punto en que decíamos “Si viene, viene; si no viene, no viene”. Terminábamos ensayando sin él. A esa altura, a Mick y Joe les costaba mucho hablarse. Eran polos opuestos. Llegó un punto en que Joe le pasaba letras a Mick por debajo de la puerta. Le parecía que la música que les ponía Mick era una cagada. Citaba eso como la razón para la ruptura de su relación con Mick.

Como casi todo el mundo sabe, en el documental de Don Letts Westway to the World [2000], Joe se refirió a la actitud de Mick como “Elizabeth Taylor de pésimo humor”. Había un destello de rabia genuina en sus ojos cuando dijo eso, como si los recuerdos todavía lo enojaran.

Parece claro que ya se había decidido que Mick Jones, fundador de los Clash, iba a ser expulsado del grupo. Pero no fue Bernie a quien se le había ocurrido eso.

-Joe y yo lo veníamos discutiendo desde apenas salido London Calling -dijo Paul Simonon-. Yo tenía peleas a gritos con Mick en el estudio. No fue Bernie el que quiso hacer eso. Fuimos nosotros. Bernie ni siquiera sabía que iba a ocurrir. Sabíamos que nos estábamos por cortar un brazo, pero sentíamos que iba a ser mejor.

Mientras tanto, el manager le presentó un contrato de representación a cada integrante del grupo. Aparentemente, Mick se negó a firmarlo sin que su abogado lo leyera. Según Joe, Mick dijo:

-No me importa lo que hagan los Clash, mientras lo hablen primero con mi abogado.

Según el asistente de Mick, Digby Cleaver, Bernie se enfureció.

-Bernie le llenó la cabeza a Joe con eso -recuerda Digby-. Le dijo “¿Vos querés estar en la misma banda que él? Paul firmó, vos firmaste. ¿Por qué él se cree tan especial?”.

-En mi opinión, Bernie indudablemente presionó a Paul y Joe para sacarse de encima a Mick -dice Pearl Harbour [pareja de Simonon en esa época].

Se produjo el deterioro musical. Los ensayos quedaron en la nada.

A principios del verano boreal de 1983, Bernie había gastado una parte de los fondos de los Clash en remodelar el edificio frente a lo que había sido la antigua sala de ensayos Rehearsal Rehearsals. El que tenía la rampa al costado, donde Joe, Mick y Paul habían posado para la tapa del primer disco. Los Clash acordaron encontrarse ahí en agosto, para tratar de resolver una forma de avanzar. La CBS, después de todo, esperaba una secuela de Combat Rock en algún momento. Pete Howard no recuerda haber estado. Quizás ni siquiera lo invitaron. El recuerdo de todos de la secuencia exacta, es borroso.

Durante una conversación a principios de verano boreal de 2004, Mick Jones le contó al periodista Pat Gilbert:

-Teníamos unas cuantas canciones nuevas, algunas de las cuales terminaron en el primer disco de BAD (Big Audio Dynamite). Originalmente, “The bottom line” se llamaba “Trans cash free pay one”. Era una canción sobre un cajero automático o sobre el futuro de la economía. Se la pasé a Joe con esa melodía, pero no pasó nada. A esa altura nuestra relación estaba mal. No nos comunicábamos realmente. El grupo se estaba desvaneciendo.

Fue ahí que Bernie apareció con una solución original para el malestar musical del grupo… o más bien un plan astuto para precipitar el despido de Mick.

-Me llevó al pub -explica Mick-. Me dijo “¿Qué tipo de discos querés hacer?”. Le dije “Discos de rock, Bernie”. Así que lo siguiente que nos dijo fue que teníamos que tocar como chabones de New Orleans. Ahí se puso muy fea la cosa. Ahí se empezó a desarmar todo rápido. Ensayábamos tratando de ser los chabones de New Orleans que decía Bernie. Mirábamos todos al piso, pensando “¿Qué mierda?” ¡Música de New Orleans! Nos encantaba la música de New Orleans, pero era onda “¡Aaajjj!”. Era como una opresión o algo así. Estábamos en una sala de ensayo en Camden, no en New Orleans. Lo cual sumado a todo lo demás, creo que en realidad estaba diseñado para hacerme volver loco. Después de eso me fui bastante pronto.

El final llegó el lunes 29 de agosto: la semana del desfile caribeño en Notting Hill. Es un poco paradójico que la separación sucedió a metros de donde los Clash habían empezado siete años antes: dos veinteañeros que habían dejado la facultad de arte y un cantante de pub-rock de 23 años, yendo a ninguna parte. Deben haber sentido que había pasado toda una vida.

Digby Cleaver estuvo donde sucedió el momento decisivo.
-Habían ensayado solamente una semana, y Jones se estaba decepcionando totalmente. Fue el último en llegar y el primero en irse. No estaban produciendo grandes cantidades de material nuevo, y entonces pasó eso. Un lunes salí a hacer una jarra de té, y volví y vi a Mick guardando una de sus guitarras en su estuche. Eso era inaudito. Le dije “¿Estás bien, Mick?”. Tenía una mueca de enfado en la cara. Le dije “¿Qué hacés? ¿No querés que te lleve la guitarra a tu casa después de ensayar?” Me dijo “Mejor vení conmigo”, y salió de la sala. “¿Qué pasa?” “Me pidieron que me vaya del grupo”. Mi reacción inmediata fue “No pueden hacer eso. Es tu grupo, ¿no?” Y respondió “Eso pensaba yo, hasta el mediodía de hoy. Strummer y Simonon me acaban de decir que no me quieren en la banda”. Le dije “¿Qué te parece eso?” Me dijo “De todas formas no quiero estar en la puta banda con ellos. Voy a armar mi propia banda del orto”.

La historia dice que Bernie corrió por el patio adoquinado por detrás de Mick, revoleando un cheque, a manera de disculpas. Mick lo agarró. Por una rara coincidencia, en ese momento llegaba Topper a ver en qué andaba su viejo grupo.

Kosmo Vinyl estaba en una cafetería barata frente a Rehearsal Rehearsals cuando Mick cruzó la calle desde el estudio, y entró.

-Dijo “me echaron”. Es uno de esos días que repasás para siempre. Quedé conmocionado -recuerda Kosmo-. Mick estaba con guantes y tenía la guitarra en un estuche. Se metió a un taxi. Yo no sabía que lo iban a echar. Pero si Joe estuviera acá diría que, conmigo y Bernie, no le quedaba otra opción. Honestamente, puedo decir que yo no sabía que iban a despedir a Mick. Mi maldición y bendición es que puedo entender tanto a Bernie como a Mick . Caigo en los dos lados de su guerra civil. Las guerras civiles tienen más atrocidades y sangre que otra cosa.

Kosmo y Mick… años después. Foto de Bob Gruen.

Aunque Joe más adelante expresó arrepentimiento por la ruptura, Paul no. Su reflexión ante el dilema que enfrentaba la banda, era inequívoca. Citado en la revista Mojo en 1999, Paul explicó el incidente desde su punto de vista. Parece que fue él el que llevó la situación a su final.

-Joe y yo veníamos hablando de eso, y llegamos a un punto en que dije “Somos tipos grandes; no soporto más esto”, y Joe aceptó. Estábamos los dos de acuerdo en que estábamos hartos. Queríamos seguir trabajando, en vez de esperar a Mick. Estábamos en la sala de ensayo y Joe le dijo “Queremos que te vayas”. Mick me dijo “¿Qué opinás vos?”, y yo dije “Bueno, sí…”. Creo que se sintió traicionado con eso.

Era como un divorcio amargo. Al preguntarle qué sintió el día que se fue de los Clash, como es sabido, Mick dijo: “No sentí nada”. Uno sospecha que habrá estado shockeado. Incluso se tiñó de rubio para el desfile, porque no quería que lo reconocieran.

-Cuando pasó eso, fue horrible. Durante varias semanas posteriores, sentí que no podía ir a ningún lado. Caminar por el carnaval, ese fin de semana, fue horrible, porque todos vivían en el mismo barrio. Más horrible que la mierda. Me dejé la barba. Me teñí el pelo un par de días. Quería cambiar de identidad. Fue traumático. Me llevó años superarlo. A todos nos llevó años superar todo eso. Ahora miro para atrás y creo que todo tuvo que pasar así. Así salió y así son las cosas. No está tan mal.

Los sucesos de esa tarde le desataron una energía nueva. Después de solamente un par de horas de debate, Digby decidió que le debía su lealtad a Mick, y fue hasta el depto de Jones, en Colville Gardens:

-Me caía bien Mick; Bernie no.

Digby Cleaver en 2021.

Tony James ya estaba ahí. Mick estaba llamando por teléfono a su camarada Leo Williams (ex barman del Roxy y plomo de las Slits), que tocaba el bajo. Jones hablaba de usar cajas de ritmos para un proyecto nuevo. Una primera formación de Big Audio Dynamite, llamada en principio TRAC [Top Risk Action Company], ya estaba lista al final de la tarde.

Al parecer, la reacción general ante la noticia de la partida de Mick, fue de consternación e incredulidad.

-Parecía inconcebible -dice Tony James-. No podés echar a Keith Richards de los Rolling Stones. Está bien: Joe tenía las letras y era un gran artista, pero la pasión de Mick por el rock era lo que empujaba todo. Mick vivía para la música. Todavía es así.

-Entraron todos en pánico, y de alguna forma Mick fue un chivo expiatorio -decía el amigo íntimo de la banda, Jock Scot [fallecido en 2016]-. No hubo visión de futuro. Pero Mick era un tipo que tenía visión. Mirá lo que hizo después. Mirá lo que hicieron todos después. Cuando fui a ver a BAD en vivo, quedé estupefacto. Deberían haber arreglado y resuelto las cosas. No se resolvió nunca. Jonesy simplemente dijo “Bueno, entonces voy a hacer la mía”.

-Me quedé perplejo -dice el viejo amigo de Mick, Robin Banks-. Creo que Mick no tenía noción de que iba a pasar eso. Echar a Mick era perder todo el aspecto musical. Seguir sin Topper Headon ya estaba bastante mal.

Entonces, ¿qué pasó? Paul no duda: siempre afirmó que era simplemente imposible seguir con Mick, que faltaba a los ensayos, era distante y complicado. Paul quería tocar en una banda; no pasarse todo el día parado por la chance improbable de que el guitarrista se dignara a aparecer. Mantuvo esta postura en una entrevista de GQ de septiembre de 2003… y Mick estaba ahí con él.

Paul y Mick en 2003 para revista GQ

Joe hizo énfasis en una dimensión distinta de la separación. Siempre opinó que fue una lucha de poder entre los dos padres fundadores del grupo.

-Bernie y Mick siempre estuvieron enfrentados, tratando de vencerse mutuamente -dijo-, ya sea por influencia o por control. Imaginate un viaje loco en auto, en el cual a veces nadie agarra el volante. ¡Puede pasar cualquier cosa! A veces agarraba el volante Mick, y me hizo echar a Bernie. Al final, todo se fue a la mierda cuando Bernie decidió que iba a “terminar” con Mick. Lo peor es que yo le permití a Bernie que lo limpiara.

La batalla clave en la contienda Mick-Bernie, era por el apoyo de Joe y Paul. Howard Fraser, el chofer del grupo en 1978/79, cree que Joe permitía que Bernie tuviera una influencia demasiado grande sobre él. Enfatiza:

-La inseguridad de Joe fue fundamentalmente lo que destruyó a los Clash. Despedir a Topper fue el fin de la banda. Invitar a Bernie a que volviera, fue simplemente un agregado. Echar a Mick fue ridículo.

Otros también aceptan que Joe era muy susceptible a la manipulación cuando se trataba de adoptar una postura anti-Mick.

-En cierta forma, Joe era el eslabón más débil -dice Robin-. Bernie sabía que si lograba jugar con la debilidad de Joe, podía controlar la banda como quisiera. Era un método sumamente calculado para quitarle autoridad a Mick.

Kosmo – Joe – Bernie

-Creo que Joe se quedó con Bernie porque era la única persona que él creía capaz de hacerlos subir de nivel. Así de simple -dice Pete Howard.

El periodista Gilbert opina:

-Al presionarlos, prácticamente todos los entrevistados admiten que la ruptura con Mick probablemente era inevitable, y que no había otra opción viable, salvo quizás que el grupo se tomara un año de descanso y tratara de remendar las amistades rotas y de desarrollar una visión nueva. Pero eso genera otra pregunta: ¿Cómo iba a sonar el siguiente disco de los Clash? ¿Como BAD? ¿Como Sigue Sigue Sputnik? ¿Como Professor Longhair? Parece que cada vez que creaban música genial (ya fuera “Janie Jones” o “Straight to hell”), se podían perdonar mutuamente cualquier cosa. El fin justificaba los medios. Pero una vez que eso se acabó, se quedaron solamente con ellos mismos.

-En el fondo, creo que el grupo sabía que había que separarse una vez que la rompieran en Estados Unidos -opina la fotógrafa Pennie Smith.

Esto armoniza con lo que dijo Joe: ¿A dónde podían ir después de “Rock the Casbah”, más que al reino de las estrellas de rock ricas? Habían llevado sus ideales marginales al máximo posible: al top 10 de EE.UU. y a más de un millón y medio de compradores de discos. Los Sex Pistols, sus rivales de la primera época, nunca dejaron siquiera una marca en los rankings de ventas estadounidenses.

Don Letts, como de costumbre, es franco y ameno al hablar del final de los Clash:
-Mick, mis hermanos, es un desgraciado complicado -sonríe-. Lo digo con el máximo cariño. Mick te podía sacar de las casillas, y todavía es así. Es como dijo Joe, mordiéndose los labios, en Westway to the World: “Hay cosas por las que vale la pena esperar, y el talento es una de esas cosas”. Y no se dejen engañar: Mick tenía un talento impresionante. Yo trabajé con el chabón. ¡Lo vi descartar melodías por las cuales otra gente hubiera dado la vida! Como forjador de melodías, intrínsecamente, él sabe lo que es una buena canción pop. A Mick lo castigan mucho por ser el malo de la película. Pero no nos engañemos: Joe también sabía ser un pelotudo importante. Lo único, que era un poco más manipulador. Y otra vez lo digo con el máximo respeto. Tuvimos altercados por chicas y esas cosas. Era un pícaro querible. Tuvimos nuestras disputas y no nos hablamos por un tiempo. La gente habla de la separación de los Clash como algo malo, y yo pienso que era inevitable. La despedida fue exactamente de la forma que se suponía que tenía que ser. Si Mick, Joe y Paul se hubieran dado una palmada mutua en la espalda y se hubieran deseado buena suerte, entonces, en primer lugar, no hubiera pasado nada. Fue todo porque tenían una cantidad inmensa de pasión.

El comunicado

La conmocionante noticia fue entregada personalmente por Kosmo Vinyl a los medios gráficos. El comunicado recibido rezaba “Comunicado Clash, 1 de septiembre de 1983”:

Joe Strummer y Paul Simonon decidieron que Mick Jones deje el grupo. Sienten que Jones se apartó de la idea original de los Clash. En el futuro, eso le permitirá a Joe y Paul seguir con el trabajo que los Clash se propusieron hacer desde el principio. Cualquiera que requiera información referida a los Clash, envíe sus preguntas a Casilla de Correo 87, Londres, NW1 8NF.

La revista Sounds contó en sus páginas a la semana siguiente:

-Kosmo se negó a hacer más declaraciones, además de “Todo va a salir pronto a la luz”.

Mick logró publicar una réplica en la misma edición:


“Siento que el comunicado oficial es falso. Quiero aclarar que no hubo ninguna discusión con Strummer y Simonon antes de mi despido. No siento que me haya alejado de la idea original de los Clash y a futuro voy a seguir con la misma dedicación que al comienzo”.

Al final del artículo de Sounds se rumoreaba que Jones se iba a juntar con los Spear of Destiny para formar una banda nueva o que lo iban a incluir de guitarrista en una gira. Record Mirror decía que Mick podía armar un grupo con Topper.

La reacción de muchos fans fue de terror. Prácticamente no había habido actividad de los Clash en Gran Bretaña en un año entero. La mayoría de la gente pensó que se habían mudado a Estados Unidos. Pero, primero Topper ¿y ahora Mick? Seguramente esto era el final del grupo. No fue así.

La semana anterior a que apareciera el comunicado de prensa, Pete Howard recibió una llamada de Joe.

-Fue muy enérgico. Me dijo “Nos vemos en un bar de Camden”. Fui y estaban Paul, Joe y Bernie. Joe dijo “Acabo de echar a la mierda a Mick Jones. Es un pelotudo de mierda. Tenés que decidir si estás de nuestro lado o del lado de él”.

Pete Howard eligió seguir en los Clash en septiembre del ’83. Admite que tal vez no lo hubiera hecho si hubiera sabido que Mick, aparentemente, había expresado interés en que entrara a su grupo nuevo.

-No era fácil que Bernie te cayera bien -explica-. Nunca conocí mucho a Mick, pero siempre estuvo todo bien con él.

Ahora Joe y Paul estaban pescando otros músicos para meterlos al grupo.

El 1 de octubre de 1983, apareció un aviso en busca de guitarrista en la Melody Maker.

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