Los Clash grabando en Jamaica

Los londinenses decidieron viajar con Mikey Dread a la capital jamaiquina para meterse al estudio Channel One y hacer una versión reggae del viejo cover de los 101’ers “Junco partner”.

Texto de Lepo. Basado en libros de Marcus Gray, Pat Gilbert y Chris Salewicz.

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Después de “Bankrobber“, los Clash estaban con ganas de grabar más reggae. Tras la pata estadounidense de la gira 16 Tons, trataron de compensar la desilusión de no haber logrado plasmar el cover de “Armagideon time” en Studio One de Kingston (donde se había grabado la versión original) y decidieron viajar con Mikey Dread a la capital jamaiquina para meterse al estudio rival, Channel One. Ahí se había grabado la versión original de “Revolution rock”.

Nuevamente con asistencia de Mikey, le hicieron una remodelación reggae al viejo cover de los 101’ers “Junco partner”.

El primer registro de propiedad intelectual de ese título lo hizo el productor Bob Shad (alias Robert Ellen) y la primera grabación fue de James Wayne en 1951. Era una auténtica balada para un bandido que derivaba de una composición para pianola de los años ’30, titulada “Junker’s blues”, de Willie “Drive ‘Em Down” Hall.

Aunque el personaje de la canción no siente remordimientos por la necesidad de drogarse con heroína, cocaína, cannabis y lo que hubiera, los detalles sobre cumplir condena, empeñar objetos y ser el proxeneta de sus novias, pintan un cuadro para nada glamoroso del estilo de vida falopero (de ahí la palabra “junker” o “junco”). En ese sentido, los Clash continuaban con la tradición antiheroína de “Hateful” de London Calling.

A mediados de marzo de 1980, el grupo fue en avión y se hospedó en el hotel Sheraton que mencionaban en “Safe European home”.

Como siempre, había problemas de efectivo. El relaciones públicas Kosmo Vinyl y la empresa de los managers que trabajaban con los Clash, Blackhill, tuvieron que ir a rogarle por plata a Maurice Oberstein (capo de la CBS en Londres) y Epic (sello de los Clash en Estados Unidos) para pagar las cuentas del estudio. Las negociaciones eran difíciles: CBS y los Clash seguían en una guerra de desgaste por “Bankrobber”. El grupo quedó reducido a vivirle la tarjeta de crédito a la novia de Paul, la modelo Debbie Chronic.

En 1980, la situación económica de Jamaica estaba incluso peor que en 1978, cuando Mick Jones y Joe Strummer habían visitado la isla. Las políticas social-demócratas del primer ministro Michael Manley y las conexiones políticas con Cuba, habían aislado al país de los EE.UU. La falta de inversión estadounidense, estaba apretando feo. La inflación estaba en una espiral y el desempleo subía. En los comercios faltaba mercadería básica. Más adelante ese año, en una elección, Manley fue derrotado por su rival Edward Seaga. La violencia antes y después de la votación, se llevó más de mil vidas.

Los Clash alquilaron un par de autos destartalados y fueron hasta Channel One. Inaugurado en 1972, el estudio había sido utilizado por muchísimas leyendas del reggae. Desde Gregory Isaacs y Alton Ellis, hasta Big Youth y los Mighty Diamonds. Quedaba en avenida Maxfield, en la famosa villa Maxfield Park. Paul Simonon, que había quedado excluído del viaje a Jamaica del ’78, estaba emocionado por estar en la casa de su amado reggae. Pero estaba al tanto de la realidad cotidiana de la vida en Kingston.

-Qué cagazo -recuerda-. Parecía el Lejano Oeste. Especialmente Kingston. Más extremo que The Harder They Come. Tuvimos suerte porque teníamos a Mikey Dread. Yo me llevaba muy bien con él. Mi crianza musical me sirvió para poder compartir referencias de discos. Me llevó de tour por Kingston y me presentó a un tipo al que le habían pegado 17 tiros, y a un tipo con revólveres atados a los tobillos. Había agarrado a alguien asaltando un banco, y lo hizo ir a la comisaría arrastrándose. Era famoso en toda la isla. Mikey Dread era mi pasaporte. Si no lo hubiera tenido hubiera estado a la merced de la gente local. Porque si sos blanco no importa si sos rico o pobre. Creen que tenés plata.

Tanto el tecladista invitado Mickey Gallagher, como Topper Headon, Mick Jones y Mikey Dread, afirman que, a pesar de no ser ni ahí el bajista más picante de la ciudad, Simonon tenía una onda y una aptitud natural para el reggae.

-Paul era un buen bajista de reggae -decía Dread, fallecido el 15 de marzo de 2008-. Estaba muy metido en el reggae y lo entendía.

Paul y Mikey se volvieron muy amigos.

-Me caía bien como persona -decía Dread-. Tenemos una relación muy especial. Era muy amistoso y me trataba de hacer sentir cómodo. Vinieron a mi casa. Topper era un buen baterista. Strummer estaba más allá de todo, actuando como político. Estaba interesado en los problemas que aquejaban a la gente negra y a la gente blanca. En todo el tiempo que estuve ahí, no le pude cazar la onda a Mick. Él era el que agarraba de punto a todos los otros. No lo digo en un sentido negativo. Era un tipo muy copado. Pero era más como una superestrella, ¿viste?

Directamente al frente de Channel One, había un callejón conocido como Idler’s Rest (La Posta del Vago). Ahí había muchos malvivientes armados y peligrosos; participantes activos de la continua guerra civil jamaiquina no declarada. Al dirigirse al estudio, el grupo evitó por poco ser testigo de eso:

-Mataron a tiros a un joven de 14 en calle Hope, diez minutos después de que pasáramos por ahí -dijo Joe.

El grupo preparó sus equipos y se puso a trabajar en la versión onda reggae de “Junco partner”.

-Esa surgió de Joe, porque yo nunca había escuchado la canción en mi vida -dijo Paul.

Corrió la voz de que un grupo extranjero de blancos, estaban trabajando en Maxfield Park. Se empezaron a reunir multitudes adentro y alrededor del estudio.

-El estudio estaba lleno de gente todos los días -recordaba Dread-. Ni siquiera podía reconocer a los Clash ahí adentro, porque era como una fiesta grande en una casa. Había mucha cerveza. Todos estaban de joda. No había control. Vinieron a ver qué pasaba. No para faltar el respeto, sino para verlos con sus propios ojos. Después pasaron otras cuestiones. Teníamos autos alquilados. Todos conocían a Mikey Dread, así que cuando salí para irme, había gente que decía “Mikey, les lavamos los autos”. Pero yo no había puesto a nadie para que lavara los autos. Querían que yo le pidiera plata a los Clash. Bueno. Así que les pagamos para que lavaran los autos. Después había tipos cuidando los autos, así que también querían plata. Entonces les pagamos. Y cada día peor. Les tenía que explicar que no estaba en el presupuesto. Después había tipos que preguntaban si los Clash necesitaban gente que trabajara para ellos, y dije “no, no necesitan a nadie”. Decían que los Rolling Stones empleaban tipos cuando venían a Jamaica. Les dije “Los Clash son músicos”. Se estaba descontrolando. La gente me amenazaba. No creo que nadie de Jamaica les fuera a hacer daño, pero no quería arriesgar la vida de nadie en la villa. Era “plata, plata, plata”.

Con los Clash, tocó la sección de vientos de los Roots Radics:

-Eran los chabones que estaban en el estudio cuando llegamos. Había un viejo afuera que tenía un violín, así que también lo pusimos -contó Paul.

-Grabamos “Junco partner” y sonó bárbara -dijo Joe-. Todos los rastas estaban afuera, alentando. Yo estaba sentado al piano sacando los acordes de la canción siguiente, cuando Mikey me tocó el hombro y dijo “Rápido, nos tenemos que ir. ¡Los transas están viniendo a matar a todos!”.

Mikey les aconsejó a los Clash que guardaran las cosas en los autos alquilados y se fueran rápido de la ciudad. Hicieron eso. Apilaron los amplis en los techos. El grupo se fue del Sheraton sin avisar.

-Tuvimos que correr y ponernos a salvo -recordó Paul-. El ánimo cambió como si lo hubieran cortado con un cuchillo, y pensamos “Rajemos a la mierda inmediatamente”.

El grupo aceleró hasta New Kingston en “un Renault viejo”.

-No sé de dónde salió el Renault -dijo Paul.

-No fue un escape al estilo Harder They Come. Fue más a lo Jacques Tati -dijo Joe.

Atrapados en Kingston, el patovica de la banda, Ray Jordan, llevó a Joe y su pareja Gaby Salter hasta Playa Hellshire, muy alejada del mapa para turistas blancos. Joe pegó algo de faso de uno de los rastas habitués del barrio, pero cuando lo enrolló para fumárselo, lo ahuyentaron y necesitó otra salida rápida.

Bob Marley en Playa Hellshire, Jamaica (1973).

El grupo cruzó la isla por ruta hasta Negril [más de 200 kilómetros al oeste de Kingston], en un Cadillac convertible tamaño baño.

-Vino un cana y nos dijo “quedan detenidos” -contó Mick-. Pensamos “Dios. Al Juzgado”. Nuestro encargado de giras se lo llevó a un costado: “¿Podemos hablar de esto?” “Bueno. Nos vemos en ese campo, justo afuera de la ciudad”. Así que fumos al campo y estacionamos frente al auto del cana. Salió y le dimos plata. Parecía de lo más predispuesto.

El grupo se tomó unos días de descanso con Mikey, en Montego Bay [80 kilómetros después de Negril].

Siguieron dando vueltas por la isla y visitaron el lugar de nacimiento de Bob Marley, en Nine Mile [100 kilómetros después de Montego].

Después del viaje por Jamaica, Paul se fue a Vancouver y desapareció un mes, para trabajar en una película titulada All Washed Up. Producida por Lou Adler (exmanager de Mamas and the Papas, y productor de The Rocky Horror Show), cuenta la historia de una adolescente estadounidense idealista, que lidera un grupo punk, llamado The Stains. Paul tiene un diálogo en el papel de “Johnny”, el bajista de una banda inglesa llamada The Looters, junto a Steve Jones y Paul Cook de los Sex Pistols, más Ray Winstone, protagonista de Scum.

La película quedó cajoneada varios años, pero ahora se ve en los canales de cable de ambos lados del Atlántico, con el nuevo título Ladies and Gentlemen, the Fabulous Stains.

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