Mick Jones y BAD: “Yo combatí a los Clash”

Tras la muerte del punk, Mick Jones tuvo una visión a futuro con el hip-hop. Con Big Audio Dynamite, cumplió ese sueño. El hombre que atendió la llamada de New York, a falta de los Clash.

Texto de Paolo Hewitt para revista NME [Reino Unido], 15 de febrero de 1986. Traducción, resumen, aclaraciones, compaginación: Lepo.

/// Armar este informe llevó varias horas. Si te gusta el material que te brinda PlanetaClash, hacé tu aporte acá http://cafecito.app/planetaclash . Desde España y otros países http://buymeacoffee.com/planetaclash ///

Este es Mick Jones hace nueve años, en la época picante del ’77, parado en el backstage del Rainbow de Londres. El punk está en pleno auge. El cambio se siente en el aire y aún así, nadie puede señalar cuál es exactamente ese cambio.

Los Clash en el backstage del Rainbow. 1977.

El punk se crea en el camino, porque no hay ningún manifiesto; nadie entregó piedras con mandamientos. Pero una palabra sigue brotando con seguridad y regularidad: la política.

Un amigo mío encara a Jones y le pregunta: “¿qué es la política?”.
Jones lo mira lascivamente, parado contra una pared, bebiendo a tragos una botella de cerveza. En dos horas, los admiradores del grupo que integra, van a destrozar la mayoría de los asientos del salón.

Jones eleva la botella hasta su boca.

-Esta es mi política -dice, antes de tomar un gran trago de alcohol y alardear la botella frente a mi amigo.

Mi amigo dice que ahí supo que el punk se había terminado.

*

Nueve años después, acá está Mick Jones hablando por teléfono.

-Me perdí gran parte de los Clash porque yo estaba muy ensimismado. Cuando girábamos, me subía al bondi y no miraba por la ventana. Pensaba solamente en mí mismo.

Cuando armé BAD, me prometí que no iba a hacer eso. No experimenté nada con los Clash; me perdí todos los grandes momentos porque estaba re ensimismado.

El cambio es que ahora sé lo que estoy haciendo. Si soy grosero con alguien, sé por qué. Y si hago alguna cagada, sé que la estoy haciendo. Si cambié en algo, es en eso.

Mick en New York. 1979. Foto de Pennie Smith.

Mick Jones se puede haber ido de The Clash en 1983, pero se interpreta que su corazón se fue dos años antes. Según Jones, hubo dos acontecimientos que le dieron inicio a su eventual partida: el primero fue cuando descubrió la movida de música negra de New York; específicamente el funk, el hip-hop y las posibilidades de las cajas de ritmos. Era una cepa musical que Jones estaba ansioso por incorporar a los Clash. Canciones como “Radio Clash“, “Rock the casbah” y (fácilmente el mejor intento) “The magnificent seven”, son testimonios de eso.

-Yo estaba en el grupo y decía “vamos, bailemos”. Y ellos decían “no, hagamos un disturbio” -dice Jones, riéndose disimuladamente y con inocencia de sus excompañeros de banda y explicando: –Desde que pisé por primera vez ese boliche de New York, pensé: “¡Dios, las cajas de ritmo!”. Ahí se acabó todo para mí.

Yo sabía que seguía siendo un guitarrista y puse eso por encima. Mirá: hicieron algo con “The magnificent seven”, que se llamaba “Dirty Harry Mix”. Era un instrumental de la canción y le pusieron encima a Clint Eastwood, Bugs Bunny y a Elmer Fudd. Ese fue el momento. Cuando tuve esa grabación, fue el momento en que pude ver el camino. Realmente fue cuando tomé la decisión. Ahí tomé la verdadera decisión artística. Todas las otras decisiones llegaron un par de años después.

El segundo acontecimiento fue la reaparición del manager Bernie Rhodes en el horizonte de los Clash. Rhodes había sido despedido del grupo un tiempo antes y ahora Joe Strummer lo bancaba.

-Joe se iba a ir. O se iba él o volvía Bernie -dice Jones.

Jones no tenía muy buenas opiniones de Rhodes. Sospechaba que estaba intentando meterse en su territorio, pero por el bien del grupo, aceptó que Rhodes volviera al cuartel:

-Bernie quería mi asiento -dice con una mueca de desprecio-. Fácilmente me podría haber ido en ese momento, pero es como en un matrimonio o con la gente que amás. Te aferrás pensando que va a funcionar.

Lo que pasó en realidad fue totalmente opuesto. La relación entre los cuatro integrantes se deterioró rápidamente en los dos años siguientes.

-Todos veían que pasaba algo. Cuando ensayábamos estábamos refunfuñando. Si nos hablábamos, mirábamos al piso y murmurábamos -revela Jones.

1982.

En 1983, Jones decidió que la situación tenía que cambiar para bien o para mal. Veía a Rhodes como una influencia destructiva para la banda. Se tenía que ir. Jones confió que iba a ganar. Creyó que la lealtad de la banda iba a estar por encima de cualquier persona ajena.

Contaba con el hecho de que veía a Joe Strummer, Paul Simonon y Topper Headon como hermanos y ellos también a él.

Una vez dijo en NME: “los Clash son mi familia”. El problema de Jones era que él todavía sentía eso. Desgraciadamente, la banda no.

-Le pregunté a la banda a quién querían: a Bernie o a mí. Dijeron que querían a Bernie y miraron al piso. Yo no podía creer lo que escuchaba. Me quedé parado unos 10 segundos, aturdido. Después simplemente alcé mi guitarra y me fui -dice Jones.

Un mes después, Mick Jones ya había empezado a trabajar con su grupo nuevo, Big Audio Dynamite.

*

Don Letts, como Mick Jones, es una parte central de la mitología punk. El musicalizador del Roxy que le mostró el reggae a la mayoría de los punks jóvenes, después fue realizador de videos y rápidamente se ganó una reputación de director ingenioso e intransigente. Dejó todo por Mick Jones.

-Cuando empecé, cuando empezó toda la cosa de los videos, era mucho más fascinante, porque no lo había hecho nadie. Nadie lo había visto. Las empresas discográficas no sabían qué pasaba. Los directores realmente eran artistas. Pero ahora cambió todo -dice, caminando de acá para allá-. La empresa te dice lo que quiere y las bandas indudablemente no me resultan tan fascinantes. Simplemente no es lo mismo que ver a los Pistols o a los Clash por primera vez. Eso fue lo que realmente me hizo querer expresarme de alguna forma. No sabía tocar música. Todavía no sé, ya que estamos.

Agarré una cámara y eso me mantuvo feliz desde el ’78 al ’80 u ’81. A esa altura empecé a mermar. Si no me gusta el grupo y no me gusta su música, no puedo hacer el video.

Muchas de las cosas que aprendí, todavía me guían; de lo contrario indudablemente no estaría parado en un escenario con BAD.

Lo que aprendió Letts, fue quizás la mejor lección que se puede recibir:

-Primero, aprendí a no esperar que nadie me haga las cosas. Eso fue lo máximo. Cuando estaba en la escuela, las opciones eran el Correo, ser electricista o algo así. Por medio del punk, veías que si querías salir a hacer algo, podías. No tenías que ser fan toda la vida. Si yo no hubiera sido parte del punk, todavía estaría en calle King’s vendiendo ropa usada.

El punk, convenció al negocio musical a abrirle las puertas a los jóvenes impacientes y después cerrarlas igual de rápido. Para Letts, significó que pudo confeccionar más de 100 videos para gente como los Clash, Elvis Costello, Public Image Ltd, Musical Youth y los Pretenders.

Letts compara Londres con otras grandes ciudades, como New York.

-Algo que tiene Gran Bretaña, con todos sus problemas, es que la necesidad es la madre de la creatividad. Todos dicen que Inglaterra es triste, pero siempre se nos ocurre algo creativo. Es un criadero próspero de ideas y creo que eso no se puede derribar.

Letts señala también el surgimiento de la segunda y tercera generación de hijos nacidos de los primeros inmigrantes caribeños en Gran Bretaña, que creó un punto de encuentro:

-Acá hay una marginalidad que cruza los límites. Se ve en la música y en las películas. Se materializa en ideas mezcladas. Y eso no existe en otra parte del mundo. No creo que este grupo existiría en ninguna otra parte.

A veces algunas ideas “de blancos” surgen de mí y algunas ideas “de negros” surgen de Mick. A él le encanta el hip-hop metalero y a mí me encantan los Clash. Eso está bárbaro. Compartimos los mismos antecedentes. Crecimos con el punk rock y esa experiencia en común es una gran yapa para el grupo.

El sonido que logró BAD en el primer disco [This is Big Audio Dynamite, de 1985], es el punto lógico posterior al extenso disco triple Sandinista! de los Clash [de 1980].

Tomando nota del trabajo reciente del sello Def Jam y su mezcla de guitarras y cajas de ritmos, el grupo tomó las canciones y las cortó en pedacitos, reemplazando instrumentos tradicionales por fragmentitos de diálogos de películas, grabaciones y personas, dejando de lado las estructuras convencionales para pintar un cuadro mucho más amplio por medio del ritmo, las palabras y el rap.

Es una versión británica; una asimilación total de influencias abundantes desde el punk hasta Run DMC, que cae entre la pista de baile y el walkman con igual de facilidad.

De muchas maneras, es un disco que abre el camino al futuro. En al menos tres canciones, “Medicine show”, “E=MC²” y “BAD”, la banda define lo que busca. En el resto del material, revuelve demasiado los sonidos y las ideas y así crea una plataforma para el próximo round.

No voy a boludear diciendo que es totalmente brillante, pero de todos los discos que surgieron del cuartel Clash desde la separación (desde Waking Up de Headon hasta Cut The Crap de Strummer y Rhodes), tenés que elegir este.

*

La gente con la que hablé antes de la entrevista, confirma que Jones está mucho más feliz con su vida actualmente.

-En realidad no cambió pero parece más feliz –dijo uno-. Su ego también surge, especialmente porque BAD es totalmente su responsabilidad.

¿Qué tienen para decir de BAD y su aproximación a las cajas de ritmos los fans acérrimos de los Clash?

-Para ellos fue una larga agonía –dice Jones con una sonrisa malvada-. No, no sé. La gente no viene a decirme que soy una bosta. Vienen y me dicen “me gusta lo que hacés”. Y si no, no vienen.

Si creen que sos una bosta, probablemente piensen que ellos son mejores, así que probablemente están demasiado ocupados haciendo la suya. Pero no aliento eso. Muchas veces les digo “mirá, somos un grupo nuevo, danos una oportunidad, no seas termo. Probablemente no haya un mayor admirador de los Clash que yo mismo”.

No sé si la gente está lista para esto o no -dice Jones-. Yo sé que no escuchan este tipo de cosas como norma. Estoy de acuerdo. Significa que probablemente va a costar un poco de tiempo que la gente se cope. Es algo nuevo en comparación a lo que hace otra gente, aunque en realidad no es nada nuevo. Es una colección de cosas que hicimos nuestras.
Va a costar un poco de tiempo, pero nos sorprendemos a nosotros mismos. Llegamos a lugares donde los Clash no podrían; como la pista de baile. Esta vez es distinto.

Principalmente está llegando a los chicos y chicas del hip-hop, especialmente de New York. El sello Def Jam ya se está preparando para publicar una canción de BAD, y un amigo que acaba de regresar de EE.UU. confirma que todos los boliches pasan el single “The bottom line”.

@@@@@@@@@

Leave a comment