1978: el despido de Bernie Rhodes

El 28 de octubre de ese año, surgió la noticia de que los Clash habían echado a su manager. Una novela que estaba lejos de terminar.

Texto de Lepo basado en escritos de Pat Gilbert y Chris Salewicz.

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El viaje a Estados Unidos para terminar de grabar Give ‘Em Enough Rope, había vuelto a unir a Joe Strummer y Mick Jones. Lejos de Londres, debatían sobre su relación cada vez más problemática con el manager Bernie Rhodes. Su influencia sobre el grupo había sido insignificante mientras estuvieron en Estados Unidos. La prolongada grabación del disco le había generado poco interés.

Los Clash en New York, 1978 – Foto de Bob Gruen.

Al igual que Malcolm McLaren con los Pistols, Bernie había perdido lo que más valoraba: el control. El sello CBS/Epic estaba hablando con el grupo sobre una gira por EE.UU. a principios del año siguiente, para promocionar el disco nuevo, y sobre programar el lanzamiento de The Clash para el mercado estadounidense, con una lista renovada de temas.

Hubo un intento de Bernie de dar un último adiós anárquico, pero sus métodos de repente parecieron forzados y anticuados. Desde el otro lado del Atlántico, trató de presionar al grupo para que volviera a Londres, programándole una fecha en el Harlesden Roxy el 9 de septiembre, lo que hubiera significado que abandonara su trabajo en Record Plant. Rhodes no aprobaba eso que él llamaba “lujos tontos, como grabar en estudios grandes y parar en hoteles top de New York”. Eso es lo que le dijo a la prensa. Él sabía que eso al grupo le estaba costando un dinero que no había.

Artículo que comenta sobre la fecha suspendida de los Clash y el conflicto con el manager. Revista Smash Hits.

¿CONTROL TOTAL?

Los Clash parecen estar entrando en un enfrentamiento con su manager. Recientemente afloraron discordancias internas (no por primera vez), cuando los Clash suspendieron un reci en Londres, diciéndole a la prensa que era un gesto de protesta por la manera en que los programadores de las emisoras radiales ignoran sus grabaciones. Podemos comprender eso. Los Clash han producido al menos cuatro singles clásicos que recibieron aproximadamente cero apoyo de los musicalizadores. Pero no son los musicalizadores los que sufren por los recis pinchados; son los fans los que se ven desfavorecidos. ¿Cuándo fue la última vez que viste a Tony Blackburn [famoso musicalizador radial británico] en un recital de los Clash?

Pero, ¿qué es esto? Ahora los Clash dicen que son todos cuentos. Dicen que el reci fue programado por su manager sin su aprobación, y que ellos no tenían nada que ver con la historia que circuló sobre la protesta radial.

Nos quedamos preguntando ¿qué carajo pasa? Con muchas batallas por venir que valdrán la pena, ¿no será hora de que los Clash y su manager se pongan del mismo lado y dejen atrás ese tipo de tonterías?

Revista Smash Hits, 1978

El asunto llegó a un punto cúlmine casi apenas volvieron a Londres, ya exhaustos de su paso por varios estudios. Bernie había reprogramado la fecha de Harlesden para el 25 de septiembre, pero el show se había sobrevendido: 1.600 entradas para el Roxy, que por unas refacciones, ahora tenía una capacidad de 900.

-Pensé en tocar dos veces; una para los pibes que llegaran temprano y otra para el resto. Pero la policía se opuso. Dijeron que no querían “ese tipo de personas” merodeando por Harlesden toda la noche -gruñó Joe Strummer.

Por lo tanto, los Clash, esa noche, aparecieron para explicarle a los fans por qué no podían tocar. También regalaron remeras promocionales del single inminente, “Tommy Gun“. Había cerca de 400 pibes afuera.

Recorte de la revista NME, explicando la nueva suspensión del show de los Clash en Harlesden.

-Me junté con el grupo en Harlesden y noté que aunque no había señales de Bernie Rhodes, la periodista novia de Paul, Caroline Coon, parecía estar dirigiendo el operativo -dijo el reportero de NME, Chris Salewicz.

-Había pibes de todo el país: Cardiff, Liverpool, Belfast, Newcastle, Glasgow. ¿Qué se supone que tengo que decir cuando alguien me dice que se gastó 20 mangos [175 dólares actuales] para llegar al Roxy, y que ahora está en la lona?

Rhodes intentó más trucos viejos, y logró algo. Caroline Coon comentó:

-Los Clash estaban discutiendo entre ellos, justo antes de su primera gira por Estados Unidos. Estaban muy descontentos, discutiendo porque el manager le había dicho una cosa a un integrante y otra cosa a otro, y se llamaban por teléfono y decían “Vos dijiste tal cosa de mí”. Paul vino y me dijo que la gira por EE.UU. se iba a tener que suspender, porque la banda se iba a separar. Esto era una tragedia total. No era necesario. Era mejor cambiar de manager que separarse. Así que le dije a Paul: “Si Bernie tiene un colapso nervioso y no lo puede superar, y prefiere separar la banda que admitirlo, entonces que se retire un tiempo”.

El grupo había decidido que Bernie no debía ser más su manager. La decisión la habían tomado esencialmente Mick Jones y Paul Simonon. Joe les siguió la corriente de mala gana. Era una situación compleja: esencialmente, Mick y Bernie habían fundado el grupo. Como muchas veces pasa con los managers de los grupos, Bernie era una especie de figura paterna para Mick y luego para Paul y Joe. Ahora era como que se estaban rebelando contra el padre, en una réplica de la vida real. Para empeorar la complejidad, Joe no estaba de acuerdo con el cambio.

-Yo era el único que se daba cuenta de lo afortunados que éramos de tener a Bernie, y traté de oponerme -dijo Joe-. Yo era el único que había renegado y me había golpeado la cabeza contra la pared desde el ’71. Es una tarea ingrata tratar de mantener en funcionamiento un grupo en esas circunstancias. Así que me di cuenta de que los Bernies no abundaban. Pero capaz que Mick y Paul pensaron “Che, cualquiera puede hacer eso”.

The Clash en 1978.

Hubo comunicaciones frenéticas entre las dos partes, entre septiembre y octubre. El grupo hizo una gira corta por Europa, y el 28 de octubre, un par de días después de las fechas reprogramadas en Harlesden, surgió la noticia de que los Clash habían echado a su manager.

LOS CLASH ECHAN A RHODES

Los Clash, que agregaron 18 recitales más a la gira Sort It Out, han echado a su manager Bernard Rhodes, terminando una de las relaciones manager-banda más tormentosas que florecieron en la “nueva ola”.

La fricción que llevó a la separación, empezó hace un año, pero se pronunció más cuando la banda decidió, en contra de los consejos de Rhodes, asociarse al productor Sandy Pearlman para grabar y mezclar su nuevo disco, en Estados Unidos.

Rhodes ahora inició acciones legales contra la banda, para recuperar el dinero que reclama que el grupo le debe. El martes, le pidió a la Corte Suprema que congele las cuentas de la banda, y ellos iniciaron una contrademanda, diciendo que la contabilidad era una de sus tareas incumplidas como manager.

Ahora, el grupo está a cargo de un equipo de abogados y contadores, más el sello discográfico de los Clash, CBS, asistidos por la periodista de rock Caroline Coon, que vive con el bajista de los Clash, Paul Simonon.

El disco de la banda, Give ‘Em Enough Rope, tiene fecha de lanzamiento para el 10 de noviembre.

Revista Melody Maker, 1978

Bernard Rhodes, el visionario, el representante provocador, el embaucador, el mecánico de Renault y el pensador impredecible, ahora se quedaba en la vía, siendo acusado. Circularon rumores de que le había robado a los Clash.

El propio Bernie fue tajante:
-Yo no les saqué nada. Ellos me sacaron a mí. Yo me gané mi propia plata. La discográfica le ofreció plata a los Clash para que me echaran. Los sobornaron. Porque yo era muy peligroso. Eran unos pobres diablos.

Varios candidatos fueron considerados para la tarea de tomar el manejo de los Clash, incluyendo a Chris Salewicz, la fotógrafa Pennie Smith, el periodista Barry Miles y la jefa de publicidad de CBS, Ellie Smith. Cuando todos se bajaron de la carrera, fue contratada la propia Caroline Coon.

Caroline Coon

-Bernie es un personaje complejo que armó esta gran banda, pero no podía seguir -dijo Caroline-. Explota, es incoherente e irritable. Podés ser alguien con ideas, pero la banda seguía necesitando “x” cantidad de toneladas de equipamientos electrónicos; necesitaba que le organizaran fechas. En 1978, los Clash querían tocar, así que si no tenían quién los llevara a tocar, los subiera al avión, les hiciera los carnets y las pelotudeces de la aduana, ¿la banda se iba a quedar sentada en su casa? ¿Hablando de qué? ¿De situacionismo? No me permitían llamarme manager -agrega Caroline-. Tenía que llamar a la gente y decir “Hola, soy Caroline Coon, no soy la manager de los Clash”. Era un cargo interino.

Joe afirmó haber sido el único integrante del grupo que no estuvo a favor de la llegada de Caroline como manager:

-El logro de Caroline en Release [una organización a beneficio de los presos por drogas] fue fenomenal; re increíble. Pero creo que su capacidad era más organizativa que inspiradora o visionaria. Así que no se trasladó demasiado bien al raro mundo del rock.

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